ECONOMíA
› FUERTE CRECIMIENTO DE LA ACTIVIDAD
ECONOMICA EN ENERO: 9,1 POR CIENTO
El motor siguió andando en verano
Enero se mantuvo en línea con el fuerte ritmo de crecimiento que se percibe desde mediados de 2002. Mejor que en diciembre.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica, un anticipo del indicador de comportamiento del PIB que se difunde trimestralmente, creció el 9,1 por ciento interanual en enero, la mayor suba de los últimos 12 años, informó el Indec. Con respecto a diciembre, la suba fue del 0,4 por ciento, el crecimiento más bajo desde la caída provocada en abril por la crisis energética.
El crecimiento de la economía sigue siendo bueno, aunque se suman los indicadores que prenuncian, a tono con los pronósticos oficiales y de algunas consultoras –que hablan desde un 4 por ciento (Ministerio de Economía) a un promedio del 7 por ciento (consultoras)–, lo que puede ser un crecimiento inferior al de los períodos precedentes. No obstante, off the record, en el equipo económico tienen un cálculo mucho más optimista: el 8 por ciento. La argumentación oficial se construye con el buen desempeño que muestran algunos rubros vinculados a las exportaciones, en especial de productos alimenticios como carnes y lácteos. También por las buenas perspectivas de recuperación de precios de los productos primarios.
Si bien no se espera que el crecimiento del consumo aumente significativamente en relación al año pasado, sí se prevé su mantenimiento e incluso una leve expansión. A ello se agrega un arrastre estadístico del 3,6 por ciento inducido por el alto crecimiento del cuarto trimestre. Cabe recordar que en 2003 este arrastre fue aún mayor, del 4,5 por ciento. En general, los argumentos de casi todos los economistas coinciden en que la etapa del rebote terminó y que en adelante el crecimiento será más dependiente de las inversiones.
Aunque la inversión interna bruta fija dista de ser óptima en cuanto a su composición –en 2004 dos tercios fueron al subrubro Construcción y buena parte de los bienes de capital importados, otros de los sectores que mostraron buen desempeño no fueron equipo productivo, sino material de transporte y comunicaciones–, también muestra en los dos primeros meses del año una evolución claramente positiva, en especial en los sectores vinculados al mercado externo. De hecho, los planes de inversión diseñados por el Ministerio de Economía tuvieron este mismo sesgo exportador al momento del reparto de beneficios fiscales.
No obstante, también existen datos que permiten argumentar en sentido contrario, aunque están lejos de ser alarmantes. Los despachos de cemento de los dos primeros meses del año, un buen indicador de lo que sucede en uno de los sectores que mostró más dinamismo durante 2004, la construcción, crecen más despacio que en el cuarto trimestre. Las importaciones de bienes de capital y piezas para estos bienes, rubros que en conjunto representaron el 22 por ciento de las inversiones totales del año pasado, muestran un comportamiento similar.
La baja performance de la industria en enero y la caída de febrero del 0,7 por ciento (que fue del 3,5 con estacionalidad, es decir en términos brutos) va en el mismo sentido. Los argumentos que dieron en Economía para explicar esta situación fueron las “paradas técnicas” de muchas plantas, paradas que habrían sido superiores a lo normal porque, en el primer trimestre del año pasado, estas mismas plantas habrían evitado las interrupciones, pues se encontraban trabajando a pleno en previsión de la inminente crisis energética del segundo trimestre.
Desde la Dirección Nacional de Coordinación Macroeconómica, se destaca que el crecimiento de la economía está apuntada por un nivel de inversión que “se recuperó en términos impensados por muchos”. Estas inversiones “vienen de los ahorros de algunos (empresarios) que traen los fondos desde afuera, y de la rentabilidad de las propias empresas”, explicaron los funcionarios.
El estimador de actividad del primer mes del año también reflejó el crecimiento del 9,8 por ciento en las ventas de los supermercados y del 15,7 en los grandes centros de compras. Todo ello, en un mes en que la inflación llegó al 1,5 por ciento y, más allá de las explicaciones sobre la estacionalidad y los aumentos puntuales, causó alarma en el Gobierno.
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