Las reformas previsionales no obtuvieron en América latina los resultados que se esperaban cuando fueron implementadas, en especial por el déficit en la cobertura social, de acuerdo con las opiniones de especialistas planteadas en un seminario organizado por Nación AFJP.
La apertura del encuentro sobre “Sistemas Previsionales. Experiencias internacionales comparadas” estuvo a cargo de la presidenta del Banco Nación, Felisa Miceli, quien señaló que el tema previsional “es una problemática generalizada para todos los países” y recordó que hace 10 años se reformó el sistema jubilatorio argentino, por lo que “es un buen momento para repensar qué cosas hay que mejorar”. Es la primera vez, desde el cierre del proceso de reestructuración de la deuda, que un funcionario plantea la necesidad de avanzar en una reforma previsional.
En ese sentido, convocó a “repensar si los objetivos eran los correctos” y mencionó que uno de los objetivos de la reforma “era el financiamiento de largo plazo para actividades productivas”, cuando la realidad indicó que sólo el 16 por ciento de los fondos se orientó hacia la economía real. Miceli agregó que el 3,2 por ciento tuvo como destino Obligaciones Negociables a largo plazo de las empresas, mientras que un 10 por ciento se orientó hacia las acciones.
La titular del Nación indicó que el pasaje hacia el nuevo sistema previsional “fue el desfinanciamiento del Estado, y es un aprendizaje que tenemos que tener en cuenta”, a lo que se sumó el desequilibrio en el mercado de trabajo signado por la desocupación y el empleo informal. Por último, Miceli consideró que el ahorro previsional “debe servir para financiar inversiones a largo plazo”, como se ha dado en otros países para la construcción de viviendas y la concreción de obras públicas.