Después de haberse reunido con el presidente Néstor Kirchner el jueves por la noche, el titular de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, negó que el grupo Marsans esté pensando en irse del país y prometió nuevas inversiones. Como contrapartida obtuvo la promesa oficial de que el Estado levantará la impugnación de los últimos balances de la compañía, habilitando la apertura de su capital en la Bolsa.
“En ningún momento hemos pensado en irnos y hemos reforzado nuestro compromiso con la Argentina”, proclamó Mata durante una conversación con periodistas de la Casa de Gobierno luego de aquel encuentro. De ese modo, desestimó los rumores de presunta venta del paquete accionario, que comenzaron a circular luego de que el Gobierno cerrara un acuerdo político con la chilena LAN para que se hiciera cargo de los empleados de Lafsa, creando una nueva firma en la Argentina.
El propósito de aquel acuerdo con la aerolínea chilena no era sólo dar amparo a los ex empleados de LAPA y Dinar sino también garantizar que Aerolíneas tuviera una competidora, evitando que, ante la probable caída de SW, monopolizara de modo absoluto el mercado. Esto alimentó el rumor de que el grupo español vendería su participación (98 por ciento).
Pero según prometió Mata, no sólo no habrá desinversión sino que sostendrá su plan de incorporar 900 empleados, nuevas aeronaves (el próximo quinquenio la compra de nuevas naves 737-500 y dos Jumbo 747-400, algunas de ellas ya en operación, y dos Airbus 310) e, inclusive, el de construir la Ciudad de Aerolíneas próxima al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Las promesas no llegaron a cambio de nada. Según fuentes de la compañía, Kirchner se ofreció a dar las instrucciones necesarias como para levantar las impugnaciones que pesan sobre los últimos balances de la empresa.