ECONOMíA
› LA INFLACION MINORISTA DE MARZO SERIA DE 1,5 POR CIENTO
Numerito más que inquietante
El último informe del Indec a Economía muestra un fuerte salto de la inflación. Se viene un ajuste fiscal y monetario.
› Por Alfredo Zaiat
En el Ministerio de Economía fue recibido con inquietud el último informe del Indec sobre el Indice de Precios al Consumidor de marzo, que se conocerá el martes próximo: antes de la revisión final de ese temible numerito, el porcentaje de variación de precios se ha clavado en el indeseado 1,5 por ciento. Para mayor preocupación de los hombres de Roberto Lavagna el movimiento del rubro comestibles y bebidas, productos muy sensibles a la canasta básica de los sectores más postergados, tuvo un comportamiento que duplicó el promedio de la inflación: aumentó 3 por ciento. Roberto Lavagna buscó con –por ahora poco efectivos– acuerdos sectoriales (carne, lácteos y pollo) frenar esa peligrosa dinámica de alzas de precios. Justamente esos productos fueron los que más impactaron en ese subíndice.
Los técnicos de Economía maldicen que Semana Santa haya caído en marzo porque se perdió la baja estacional del rubro turismo, que recién se reflejaría en el índice de abril. El ministro no se presenta desesperado por ese salto imprevisto de los precios, pero ya acordó con el presidente del Banco Central, Martín Redrado –con el consentimiento del presidente Néstor Kirch-
ner–, una política restrictiva en materia fiscal y monetaria para los próximos cuatro a seis meses. En otros años, esa estrategia se denominaba ajuste. Ese período de contracción culminaría en septiembre, aflojando el torniquete en octubre, mes de las elecciones.
En el frente fiscal, el camino que se emprenderá tendrá un movimiento por el lado del gasto, que consistirá en subejecutar partidas que en la práctica significará disminuir las erogaciones públicas. Y otro por el lado de los ingresos, con la AFIP intensificando las fiscalizaciones y realizando una intensa campaña por los inminentes vencimientos de Ganancias y Bienes Personales de este y el próximo mes. De esa forma se buscará disminuir el dinero en circulación.
En esa misma línea, el Banco Central reducirá la base monetaria –en lo que va del año ya la bajó en casi 2700 millones de pesos–. La meta anual de Redrado es culminar con una mínima expansión de base en el límite inferior de la banda prevista para este año, que se ubica en el 5 por ciento, bien lejos del techo que se había fijado en el 15. Así también se intentará achicar la cantidad de dinero disponible en el mercado.
Con una (fiscal) y otra (monetaria) política, Economía espera frenar la suba de precios, asumiendo de ese modo que la inflación de estos meses es una cuestión monetaria, cuando algunos economistas –cercanos al Gobierno- han advertido que se trata de un comportamiento estructural por la escasa competencia que existe en el mercado. Esos especialistas destacan que el principal componente de la inflación del primer trimestre se explica por el incremento de los márgenes de ganancias de las empresas formadoras de precios. Y que atacar la inflación con ajuste fiscal y monetario sólo tiene como saldo desacelerar el crecimiento.
Eso es precisamente lo que estima el Banco Central, que ya ha revisado sus proyecciones de crecimiento para este año, disminuyéndolas a un poco menos del 6 por ciento.