El Congreso aprobó ayer la creación de un nuevo impuesto al gasoil destinado a financiar obras de infraestructura y subsidiar a concesionarios de autopistas y rutas para mantener sin aumentos los precios de los peajes, además de destinar recursos a la capacitación de trabajadores del sector. El nuevo gravamen reemplaza a una tasa ya existente, pero eleva su alícuota del 18,5 a 20,2 por ciento.
Sin embargo, en el Gobierno aseguran que el nuevo impuesto tendrá un impacto neutro en el precio del gasoil. El objetivo, de acuerdo a la explicación oficial, es dar “certeza jurídica” al gravamen que aleje las impugnaciones judiciales presentadas contra la tasa actual. La Cámara de Diputados selló el proyecto al aprobarlo por 119 votos a favor sobre apenas 4 en contra. Hubo 34 legisladores, entre ellos el socialista Héctor Polino y la bancada del ARI, que se abstuvieron al momento de pronunciarse. El entrerriano Juan Carlos Godoy expresó ante Página/12 que “nunca un aumento de impuestos es neutro para los precios”.
Los diputados rechazaron así las modificaciones que había incorporado el Senado, en especial un artículo que prohibía expresamente trasladar el impuesto al precio del gasoil. “La variación nominal en la alícuota del impuesto respecto a la aplicada en virtud del decreto 652/02 no podrá trasladarse en ningún caso al precio de venta del gasoil”, decía el texto eliminado. Para el oficialismo, la mención era innecesaria y, por lo tanto, resolvió eliminarla del proyecto definitivo. Para rechazar los cambios del Senado resultó fundamental el respaldo de la UCR, cuya bancada votó ayer junto al justicialismo.
La discusión del impuesto a lo largo de su paso por el Congreso había resultado especialmente sensible por el contexto de presión inflacionaria. Por eso, el Gobierno debió garantizar en más de una oportunidad que la creación del impuesto no tendría incidencia en los valores finales. Los diputados aprobaron el proyecto sin debate porque, en realidad, ya se había discutido el año pasado, cuando la Cámara baja lo trató por primera vez. Ayer ya había recibido dictamen de las comisiones de Obras Públicas y Energía de la Cámara baja. Actualmente, el gasoil está gravado por una tasa del 18,5 por ciento fijada por decreto sobre el precio de refinería, más el margen de los estacioneros y del flete.