ECONOMíA
› REDRADO CREE QUE LA INFLACION NO SUPERARA EL 8 POR CIENTO
“El segundo trimestre será crucial”
Aunque todos los pronosticadores ya elevaron su perspectiva para el año a 9 por ciento o más, el titular del Banco Central todavía confía en que se cumplirá la pauta presupuestaria de inflación.
› Por Claudio Zlotnik
Dispuesto al desafío de que a fin de año su pronóstico sea cotejado con la realidad, Martín Redrado se mostró ayer como el más optimista de todos al hablar de inflación. Insistió en que, como máximo, los precios minoristas acumularán una suba del 8 por ciento durante 2005. Respecto de que pueda cumplirse esa previsión, aseguró que “el segundo trimestre será crucial”. Al profundizar sobre la cuestión, las pistas que dio no difieren demasiado de las prácticas de los denostados años ’90: “Necesitamos ser prudentes y muy selectivos en lo que se refiere al aumento de los salarios”, apuntó.
“Estamos en el límite superior de las metas” (de inflación), aseguró el presidente del Banco Central. Redrado participó ayer de un seminario previo a la Asamblea del BID, que se llevará a cabo en Japón. El hecho de que Redrado mantenga su previsión de inflación para este año, a pesar del rebrote de los primeros tres meses que consumió la mitad de esa meta, plantea dos lecturas:
- Es una señal al mercado financiero y a los formadores de precios de que se profundizarán las medidas ortodoxas (contracción monetaria y alza de las tasas de interés), con la intención de calmar las expectativas inflacionarias.
- El titular del BCRA cree que todavía no llegó el momento de corregir la estimación de inflación para el año, con el objetivo de sacarle trascendencia al tema.
Lo cierto es que las consultoras de la city y las universidades que semanalmente responden la encuesta económica del Banco Central tienen una visión diferente de la del propio organismo. Esta semana, la mayoría de los analistas elevó su previsión inflacionaria y, en promedio, calculó que los precios al consumidor se elevarán 9,6 por ciento este año. Quebrarían así la expectativa de máxima de Redrado, el mencionado 8 por ciento, pero no la de Roberto Lavagna. En el Presupuesto, el ministro suscribió una meta menos optimista que el titular del BC: puso un techo del 10,5 por ciento.
“Claramente, para mantener esa meta superior del 8 por ciento, el segundo trimestre va a ser crucial”, sostuvo Redrado ayer desde Japón. Pero nada dijo del aporte que podría hacer el Banco que dirige para que aumente la inversión en los sectores productivos, un fenómeno que, dado los cuellos de botella que existen en algunos rubros, les quitaría presión a los precios. Tampoco mencionó la estructura monopólica existente en varias ramas de la economía, y que tornan inflexibles los precios, como en la siderurgia y la construcción, por ejemplo. Existen varios factores que, en mayor o menor medida y dependiendo de los sectores, están impulsando a la inflación.
Lo llamativo (¿llamativo?) es que Redrado no expuso ninguna cuestión de cierta complejidad con la que le dará pelea a la inflación. Tal vez utilizó el argumento que tenía más a mano y que, seguro, menos conflictos le traería: cargó la responsabilidad de lo que vaya a suceder con los precios a los trabajadores. Pidió “prudencia” y selectividad en los aumentos salariales para evitar la espiralización inflacionaria. La sugerencia del titular del Central lo iguala al ministro Roberto Lavagna, quien un par de semanas atrás también reclamó mesura en el tema salarios.
Desde un plano eminentemente técnico, Redrado confió en que el trimestre abril-junio se presentará como más fácil para domar la inflación. Dijo que, estacionalmente, se trata de un período contractivo en lo fiscal, dados los vencimientos de Ganancias y Bienes Personales. El funcionario cree que la AFIP puede darle una mano en la función de aspiradora de pesos. Durante el primer trimestre, el Central absorbió del mercado nada menos que 2275 millones de pesos. Complementó esa medida con una suba de las tasas de interés. En forma paralela, en este período habrá fuertes liquidaciones de divisas por parte de los exportadores: el superávit cambiario treparía a los 3000 millones de dólares, que presionarán a la baja al tipo de cambio. ¿El Central se valdrá de esta situación para dejar caer la paridad y restar impulsos inflacionarios?
Un semestre después de haber asumido, Redrado se enfrenta al primer gran desafío de su gestión.
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