ECONOMíA
› ZANOLA APUNTA CONTRA FELISA MICELI Y EL NACION
Un plan de cambio de imagen
› Por Raúl Dellatorre
La conducción de la Asociación Bancaria, encabezada por Juan José Zanola, parece haber colocado a la titular del Banco Nación, Felisa Miceli, como blanco de su confrontación con la oposición en el gremio. En un lapso de no más de veinte días, el dirigente gremial menemista –en franco proceso de realineamiento– generó o impulsó subrepticiamente una serie de ataques contra la funcionaria y la comisión gremial interna del Banco Nación, a través de una solicitada, un paro en la entidad repudiado por la comisión gremial interna y hasta una campaña de afiches apócrifos que buscaban enfrentar a Miceli con la flamante conducción del peronismo porteño. En tres meses hay elecciones en la Asociación Bancaria y la Mesa Nacional de representantes gremiales del Banco Nación podría formar parte de una lista opositora a Zanola.
“El ataque es una clara maniobra con fines electoralistas, porque la crisis de la obra social le está estallando en la cara”, sostuvo un representante de los trabajadores de la banca extranjera, Pedro Ocaña, de la comisión interna del BBVA Banco Francés. Luis Graña, delegado del Banco Nación, sostuvo a su vez que “Zanola recién ahora se acordó de discutir salarios, después de 12 años, en los que lo único que firmó fue una reforma del convenio a la baja”, es decir, resignando derechos.
Zanola prácticamente ha desconocido la actuación de las representaciones por banco, aduciendo que el debate salarial se da únicamente en paritarias. “Esa es su forma de intentar tener el conflicto controlado hasta las elecciones, pero está negociando ciego, porque no sabe ni cuánto se paga de salario en cada banco”, indicó Ocaña.
La Asociación Bancaria ha mantenido reuniones en el Ministerio de Trabajo con las tres entidades que representan a la banca con actuación en el país: ABA (extranjera), ADEBA (privada de capital nacional) y Abappra (pública y cooperativa, principalmente). Pero, evidentemente, su vínculo con la última entidad se ha resentido en los últimos tiempos. Para Ocaña, se debe a que “perdió los privilegios que tenía en gestiones anteriores, cuando desde la banca oficial le seguían prestando a pesar de que tanto la Asociación como la obra social están calificados como deudores de altísimo riesgo (nivel 5)”. Según Graña, las motivaciones son políticas. “Cuando los bancos ganaban fortunas él miraba para otro lado, apostó al menemismo al punto que fue de los pocos que visitó a Menem en Don Torcuato, cuando estaba detenido, y ahora pretende recuperar imagen porque tiene las elecciones encima”, aseguró.