Los fabricantes de calzado brasileños se negaron a limitar sus exportaciones hacia la Argentina a 10 millones de pares anuales, pero seguirán negociando el lunes próximo con sus colegas locales para evitar que la administración Kirchner imponga medidas unilaterales que frenen sus productos. Los rubros conflictivos del intercambio fueron analizados ayer en una intensa jornada de reuniones entre el secretario de Industria, Miguel Peirano, su par brasileño, Marcio Fortes, y varios delegados empresariales de ambos países, que tampoco lograron acordar sobre las exportaciones de vinos argentinos al mercado brasileño.
“No hubo acuerdo. Los brasileños piden 16 millones de pares (de cupo máximo para exportar hacia Argentina) y nosotros no queremos más de 10. Además, pedimos un acuerdo a tres años y ellos no quieren más de uno, así que van a volver el lunes y vamos a seguir negociando”, reveló el presidente de la Cámara de Industria del Calzado, Alberto Sellaro.
Los empresarios argentinos del sector cuentan con la promesa del propio Kirchner, con quien se reunieron días atrás, de que en caso de no llegarse a un acuerdo de buena voluntad entre los empresarios de uno y otro país, entonces habría medidas de protección unilaterales dispuestas por el Gobierno. La industria del calzado brasileña produce anualmente unos 700 millones de pares, mientras que su contraparte argentina no supera los 60 millones. En tanto que las importaciones provenientes de Brasil, tanto de calzado deportivo como de cuero, aumentaron de manera exponencial en los últimos dos años.
Sin embargo, los funcionarios brasileños no vinieron sólo a escuchar reclamos, sino que trajeron también los de sus bodegueros, que protestan por el ingreso de vinos argentinos a menos de un dólar por botella. Los vitivinicultores argentinos consiguieron que la negociación siguiera recién dentro de un mes y aceptaron firmar sólo una guía para la discusión, que incluye temas tales como “tratamiento tributario, análisis de la oferta y la demanda, estudios de medidas para eliminar el contrabando, gestión de stocks y diversificación de la producción y promoción del consumo”. Al margen de los empresarios, Peirano dialogó por la mañana a solas con Fortes y analizaron todos los renglones comerciales en los que se registraron conflictos recientemente, como el de heladeras, cocinas, lavarropas y textiles.