El Gobierno anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley para incentivar la exploración de hidrocarburos. La iniciativa se propone aumentar las reservas comprobadas e incorporar nuevas áreas a la explotación. Adicionalmente, se intenta dar un mayor protagonismo a Enarsa, la empresa nacional de energía. El régimen brindará a las empresas los incentivos previstos por la Ley de Promoción de Inversiones sancionada en 2004 y prevé además una batería de beneficios, que van desde reducciones de cánones y pagos de impuestos hasta potenciales modificaciones en la duración de los contratos.
Los anuncios realizados ayer en la Casa de Gobierno fueron presentados como parte del Plan Energético 2004-2008. La preocupación de base que impulsó el diseño del régimen surge de la falta de inversiones en exploración que desde comienzos de los ’90 provocó una sensible disminución de las reservas. Desde esos años a la fecha, según datos de la Secretaría de Energía, dichas reservas pasaron de 31 a 13,5 años en gas y de 13 a 10,5 en petróleo. Actualmente, del ciento por ciento de superficie de las cuencas sedimentarias, aquellas en las que existe la posibilidad de encontrar hidrocarburos, sólo se encuentran en explotación el 4 por ciento y existen permisos en otro 18 por ciento.
Entre las principales medidas anunciadas ayer se destacan:
- Los dos beneficios previstos en la ley 25.924 de Promoción de Inversiones en Bienes de Capital e Infraestructura, esto es, devolución anticipada del IVA y amortización acelerada para el pago de ganancias.
- La eliminación de aranceles de importación de bienes de capital no producidos en el país.
- La eximición del pago del impuesto a la Ganancia Mínima Presunta.
- Estabilidad fiscal: los beneficios en IVA, Ganancias y aranceles de importación se mantienen por 15 años.
Aunque estos beneficios son los principales, no serán los únicos. Si bien el régimen fue originalmente pensado para incorporar nuevas áreas a las ya concesionadas, finalmente estas últimas no fueron dejadas afuera. Según se informó ayer, las concesiones actuales podrán presentar propuestas de subdivisión y hacer concursar para las promociones “a las áreas nuevas” así generadas. Por supuesto que en el concurso tendrán preferencia los concesionarios actuales. Aunque existirá la posibilidad de prórrogas contractuales, para el caso de las subdivisiones la estabilidad fiscal se garantiza por 10 años y no 15. Ello se debe a que la mayor parte de las concesiones actuales vencen en 2017. No obstante se contemplan prórrogas de acuerdo a lo previsto por la Ley de Hidrocarburos. Otros de los beneficios es la reducción de hasta el 50 por ciento de los cánones de exploración por kilómetro cuadrado.
Para acceder al régimen las empresas deberán asociarse a Enarsa. No obstante, la Secretaría de Energía podrá autorizar la excepción de este requisito.
El próximo paso es que el nuevo régimen promocional sea refrendado por el Congreso, donde no se descartan modificaciones, ya que durante las discusiones del anteproyecto no pudo lograrse el consenso de todas las provincias productoras. Neuquén, donde se halla la principal cuenca gasífera del país y una de las principales productoras de petróleo, ni siquiera participó de las reuniones.
Si bien las políticas activas en áreas que necesitan ser desarrolladas son bienvenidas, el Gobierno, al igual que ya lo hiciera con la ley 25.924 que benefició a las firmas que más ganaron con el cambio de precios relativos, vuelve a premiar a los ganadores. En el actual contexto de precios internacionales, no sólo en Argentina, sino en el mundo, resulta difícil encontrar empresas con mejores resultados que las petroleras.