Rodrigo Rato volvió a la carga. El director gerente del Fondo Monetario insistió ayer con reclamar al Gobierno “una estrategia realista” para los bonistas que no entraron al canje de deuda. El martes, el presidente Kirchner había dicho que “puede haber o no un acuerdo” con el FMI antes de las elecciones de octubre y que el Gobierno no va a aceptar “una receta de achique”.
Como siempre en los casos en los que el Fondo aprieta, primero matiza con algún elogio. Esta vez, durante un simposio en Frankfurt, Rato calificó de “paso hacia adelante muy importante” al canje de la deuda. Pero de inmediato señaló que “claramente las autoridades argentinas deben establecer una estrategia realista sobre su deuda impaga”, en alusión al 24 por ciento de los acreedores privados que rechazaron la oferta oficial y que poseen títulos por un valor nominal que ronda los 20.000 millones de dólares.
En cuanto a las negociaciones en favor de un nuevo acuerdo, el titular del FMI explicó que “recientemente terminamos las discusiones sobre el artículo IV” del acuerdo entre la Argentina y el Fondo que se refiere a la implementación de reformas estructurales y su nivel de cumplimiento. En tanto que confirmó que el directorio del organismo abordará la revisión de la economía argentina el 20 de junio próximo y consideró que esto será “un paso importante”, ya que posteriormente “es cuestión de las autoridades argentinas pedirnos un programa si lo necesitan”.
Rato negó que el tema de los acreedores que no adhirieron al canje sea un impedimento para que el FMI considere la posibilidad de otorgar nuevos préstamos al país. “Yo no he dicho eso”, remarcó ante una pregunta. Pero insistió en que la Argentina debe ofrecer una “estrategia realista” a estos acreedores. Las declaraciones de Rato coinciden con las que unas horas antes había vertido el subsecretario del Tesoro norteamericano, Randal Quarles, quien en una reunión ante el Senado de ese país dijo que en la solución del tema de los acreedores que quedaron fuera del canje está la “clave para el desarrollo de la Argentina”.