Tal como adelantó Página/12 en su edición de ayer, el directorio del Banco Central aprobó una nueva norma para favorecer el otorgamiento de crédito en los distritos del interior. La clave será la disminución de los capitales mínimos necesarios para abrir un banco o una compañía financiera. Hasta ahora se necesitaban 15 millones de pesos, pero ahora habrá una escala menor a ese monto, de acuerdo con las distintas localidades. En la Capital Federal será más caro: se precisarán por lo menos una capitalización de 25 millones de pesos.
La idea es propiciar la apertura de bancos o financieras en los distritos que muestran una buena actividad económica pero que, a la vez, lucen una muy baja bancarización. Ese desajuste redunda en que existe una escasez en la oferta crediticia en lugares donde haría falta un envión al proceso productivo. El dato más elocuente es que los bancos están haciendo negocio prestándole al 10 por ciento de la población más pudiente. Ahora, el Central, con el apoyo del Ministerio de Economía, busca cambiar ese mapa flexibilizando algunas normas.
En el Banco Central tienen datos sobre distintos grupos empresarios que están dispuestos a pasarse al negocio financiero. Hay interesados en las provincias de Buenos Aires, Mendoza, San Juan y Córdoba. Los bancos regionales que antes operaban en esas zonas productivas fueron liquidados tras las sucesivas crisis.
La norma aprobada ayer también propicia la apertura de sucursales fuera de los grandes centros urbanos. Los bancos que abran filiales en la Capital o en La Plata, por citar dos casos, estarán obligados también a hacerlo en algún distrito relegado.
En las próximas semanas, la autoridad monetaria tomará otra medida a favor del crédito destinado a los pequeños emprendedores: se mejorará la reglamentación a la ley sobre cajas de crédito para ampliar sus facultades. La norma fue criticada por las asociaciones pymes y ahora, en Reconquista 266, prometen impulsar a las cajas para que el crédito llegue a los más chicos.