“Te recomiendo que esta noche no vayas a un telo”, le comunicó, en tono coloquial, un alto funcionario de Rentas ayer por la tarde a un periodista de Página/12. A veces, tener acceso a información privilegiada es algo invalorable. Anoche comenzaron de manera masiva los operativos de la Dirección de Rentas de Buenos Aires en albergues transitorios de la provincia. “No nos proponemos extorsionar a los contribuyentes con las inspecciones anunciadas a hoteles alojamiento”, dijo el subsecretario de Ingresos Públicos, Santiago Montoya, y afirmó que tiene “muy presente” el alcance de la Ley de Hábeas Data, que protege la identidad de las personas que serán sometidas a ese control. Al respecto, dejó en claro que no se hará público ni se pondrá en Internet el resultado de la fiscalización en los también llamados nidos de amor clandestino.
Si bien no se precisó el destino exacto de las fiscalizaciones que inició anoche Rentas –para no alertar a dueños y huéspedes de albergues–, este diario pudo saber que se concentrarían en los locales más suntuosos, situados sobre la autopista Panamericana y sobre el Acceso Oeste.
Montoya anunció que los operativos se realizarán en las salidas de los hoteles para parejas y consignó que la meta que persigue Rentas bonaerense será sólo “establecer un control impositivo” de estos locales. “Si un contribuyente no presenta deudas ni realiza consumos que no se corresponden con su nivel de ingresos, se desestimará la información requerida tras la inspección”, señaló el funcionario.
En cuanto a la metodología de la inspección, Montoya explicó que “los controles van a ser a la salida (de los hoteles) por un agente fiscal que va a estar en las inmediaciones de la puerta, que generalmente está muy disimulada”, detalló, mostrando que el organismo ya realizó sigilosas tareas de inteligencia en estos locales.
“El agente estará de civil y no será identificado con la tradicional campera azul, de manera que el contribuyente no va a tener ninguna molestia al ser abordado por el inspector”, agregó el funcionario. La fiscalización de Rentas se concentraría en dos puntos: por un lado, la caja registradora del hotel, que como es sabido en su gran mayoría no emiten facturas. Por otro lado, en el estacionamiento, para constatar que los autos de los clientes estén al día con las cuotas de impuesto a las Patentes.
Según Montoya, Rentas de Buenos Aires no apunta ahora por casualidad a los clientes de albergues transitorios. “Analizando la actividad que realizan tenedores de tarjetas sobre bancos del exterior, hemos visto que además de abonar con ellas en supermercados y farmacias, uno de los consumos habituales, de más del 60 por ciento, es asistir a ese tipo de establecimientos”, reveló.
La idea es que los titulares de plásticos emitidos en el exterior se animan a pagar con tarjeta porque el resumen de cuenta no les llega a sus domicilios particulares sino a una casilla postal o a su oficina. “Los datos son muy contundentes y no mienten, y si bien en principio parece difícil establecerlo, porque en la mayoría de las facturas esos establecimientos aparecen identificados sólo con letras o nombres extraños, al investigar comprobamos que son albergues transitorios”, puntualizó Montoya. “El 60 por ciento de los que tienen tarjeta con cuenta en el exterior han visitado al menos una vez en el 2004 un albergue transitorio”, insistió el subsecretario de Ingresos Públicos de Solá.
¿Qué sucederá cuando el contribuyente moroso detectado in fraganti en un albergue reciba una intimación de Rentas en su domicilio? “Le llegará la intimación, pero por supuesto no vamos a sacar fotos ni a escribir allí: lo hemos visto salir de tal lugar a tal hora”, buscó tranquilizar a la ciudadanía masculina Montoya.