ECONOMíA
› LA VENTA DE SOUTHERN WINDS
Cambio de piloto
Los propietarios de la aerolínea Southern Winds acordaron ayer la venta de la empresa al hotelero Horacio Rozemblum. “Las partes informaron hoy a la Secretaría de Transporte que llegaron a un acuerdo de compraventa de la aerolínea”, señalaron a la agencia Télam fuentes del Ministerio de Planificación, sin precisar otros detalles.
El incierto futuro de SW, de la familia Maggio, parecía orientarse hacia un conflicto sin solución con los casi 900 empleados de la empresa, que se habían declarado en estado de asamblea permanente en reclamo del pago de sueldos de junio y la efectivización del aguinaldo. El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, les había prometido buscar una solución “dentro del propio mercado”, sugiriendo que no habría un aporte oficial.
Hasta marzo, la empresa vino funcionando gracias a un subsidio estatal, que se interrumpió al estallar el escándalo de las narcovalijas. Dicho subsidio compensaba a SW por la absorción del personal de Lafsa, la empresa estatal creada tras las caídas de Dinar y LAPA. Con el escándalo, la empresa entró en convocatoria de acreedores y el Estado rescindió el contrato de cooperación.
Desde entonces, el subsidio fue sustituido por un aporte de LAN como parte del acuerdo para permitir su acceso al mercado de cabotaje local. Pero este aporte sólo se mantuvo hasta junio. Sin recursos propios, habiendo perdido todas las rutas internacionales y manteniendo sólo cinco rutas de cabotaje atendidas por dos aeronaves, SW parecía condenada a una corta agonía, a menos que apareciera un socio o nuevo dueño en condiciones de capitalizarla. La irrupción de Rozemblum como comprador podría ser la solución para mantener la fuente de trabajo, aunque se desconocen aún las condiciones de la adquisición.
Rozemblum es dueño de Sociedad Hotelera Sudamericana, que controla el hotel Glaciar en Ushuaia y otro establecimiento en la localidad santacruceña de El Calafate. Fue, además, apoderado de la empresa turística Hotels & Resorts, a través de la cual el Club Med se adjudicó un proyecto para la instalación de un hotel cinco estrellas en el partido de Chascomús, en el año 1987. Según el informe de la Comisión Investigadora de Ilícitos Vinculados al Lavado de Dinero del año 2001 –que presidía la entonces diputada Elisa Carrió–, el BCCI, de Gaith Pharaon, fue el financiador de los emprendimientos de Hotels & Resorts.
Según dicho informe, “Rozemblum y Pharaon se conocieron por intermedio de Gotelli (Banco de Italia y Río de la Plata) y aparecen claramente ligados también por una serie de cartas entre el primero y directivos del Club Med que respondían al banquero saudita”. En esas misivas se planteaba el interés mutuo en diversos emprendimientos hoteleros en el sur (Ushuaia, entre otros) y en Salta, Jujuy e Iguazú.