Los productos lácteos duplicaron sus precios entre diciembre de 2001 y junio de 2005, período durante el cual el consumo de leche, quesos y manteca cayó un 15 por ciento en promedio. Así lo denunció el presidente de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco), Pedro Bussetti, en base a datos oficiales. El informe busca respaldar la decisión del Gobierno de elevar las retenciones a las exportaciones de leches y quesos, que subieron del 5 por ciento al 15, en el primer caso, y al 10, en el segundo. La medida generó una fuerte polémica, con defensores y detractores.
A pesar de la medida anunciada anteayer por el Ministerio de Economía, las compañías líderes del sector están retocando sus listas de precios con aumentos del 3 al 5 por ciento. En función de esos ajustes, el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, respaldó la decisión del gobierno nacional. El mandatario aclaró la posición de su provincia, luego de que su ministro de Producción, Roberto Ceretto, manifestara el viernes que estaba “shockeado”.
“Por culpa de algunos vivos que buscaron su propio provecho, va a terminar pagando toda la cadena lechera de Santa Fe”, indicó ayer Obeid. También dijo que respalda la iniciativa de Roberto Lavagna porque actuó “ante el riesgo de un rebrote inflacionario”.
En Córdoba, en cambio, se dio la situación opuesta. Mientras anteayer el gobernador José Manuel De la Sota respaldó la suba de retenciones, ayer el subsecretario de Ganadería de la provincia, Jorge Videla, la consideró “un error estratégico”. El funcionario expresó que “la medida afecta seriamente al sector lácteo, y en particular a las economías regionales de provincias como la nuestra y la de Santa Fe”. Luego dijo que la decisión “se toma sobre un estamento que se está recomponiendo, creciendo en producción después de una importante crisis que costó que muchos productores se fueran del sistema”.
En la misma línea, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) expresó su “total rechazo” a las medidas y reclamó que continuara el diálogo entre el Estado y los empresarios. La Secretaría de Agricultura aclaró que las negociaciones podrían reaparecer si los productores acceden a no subir los precios.
En tanto, la presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada, aseguró que la industria láctea introdujo aumentos en sus productos incluso después de firmar el acuerdo de estabilidad de precios con el Gobierno en marzo pasado y agregó que también se produjeron subas en productos básicos como carnes rojas, pollo, aceites y harinas. Para la defensora de los consumidores, el problema inflacionario se debe a que “existe una gran cadena de comercialización que no es transparente y hay alguien que se queda con las ganancias tanto del sector del campo como de los consumidores”.