ECONOMíA
Economía abrió el fuego contra el Hipotecario
Lo sumarió vía la CNV porque sus gerentes cobraron bonificaciones millonarias aunque el banco da pérdidas. En el Hipotecario le restan importancia al tema y dicen que devolvieron el dinero hasta que se aclare.
› Por Marcelo Zlotogwiazda
La Comisión Nacional de Valores, que depende del Ministerio de Economía, abrió un sumario contra todos los directores del Banco Hipotecario S.A. por considerar en primera instancia que algunos de ellos y catorce gerentes cobraron bonificaciones extraordinarias por más de 10 millones de dólares de manera irregular. El incidente se enmarca en un contexto de creciente conflicto entre gente de Roberto Lavagna y el grupo IRSA, acerca del presente y del futuro del banco en donde el Estado conserva el 49 por ciento de las acciones pero que tiene la gestión enteramente a cargo del holding que encabeza Eduardo Elsztain, que además del banco es dueño de la mayoría de los shoppings de Buenos Aires y de miles de hectáreas de tierra.
El expediente en la CNV se abrió por una presentación realizada por Julio Macchi, ex titular de la Bolsa de Comercio, directivo de River Plate y uno de los representantes del Estado en el Directorio del Hipotecario, al enterarse de que seis de los directores que obedecen a IRSA se repartieron más de 20 millones de pesos, a los que se agregaron 10,6 millones más distribuidos entre 14 gerentes.
La presidenta del banco, Clarisa Lifsic de Estol, embolsó 3.159.010 pesos; curiosamente el vice (aunque accionista principal) se quedó con más del triple (10.740.634 pesos); Saúl Zang con 1.895.406; Ernesto Viñes con 4.252.715; y Gabriel Resnick y Pablo Vergara del Carril con 132.690 pesos cada uno.
Los cobros fueron, básicamente, en concepto de lo que en el banco se denomina Sistema de Apreciación de la Acción (SAR), que les corresponde a los directores que integran el Comité Ejecutivo (es decir a los que gestionan el banco en nombre del accionista privado) en función de la revalorización bursátil de la sociedad. En esos valores no están incluidos los 3.430.000 pesos que el Directorio se adjudicó y repartió en concepto de retribuciones y otras remuneraciones correspondientes al ejercicio 2004.
Lo principal que la CNV cuestiona en la resolución 15.119, que tiene fecha del jueves pasado, es que la distribución de los más de 10 millones de dólares fue decidida y concretada por el Comité Ejecutivo sin informarla a la Asamblea, es decir sin que tuvieran posibilidad de opinar o de enterarse los directores nombrados por el Estado. Fuentes de Economía señalaron a este diario que “fue como un reparto de guita en la clandestinidad”.
Si bien en las cinco carillas de la citada resolución no hay alusión al tema, los investigadores sospechan que la revalorización bursátil en la que se apoyó la autoadjudicación de esas bonificaciones fue impulsada de manera artificial por la propia gestión privada del Banco a través del anuncio que hizo poco tiempo atrás respecto del interés del Hipotecario por comprar la Banca Nazionale del Lavoro. Ese dato, que hizo trepar en pocos días el precio de la acción en bastante más de un 50 por ciento, fue dado a conocer en el momento justo establecido para calcular el SAR. Economía agrega que ellos nunca compartieron esa iniciativa, que de hecho el viernes pasado quedó desactivada.
La objeción que sí figura en la resolución de la CNV como primer punto de sus conclusiones es que “el ejercicio del Banco Hipotecario S.A. al 31 de diciembre de 2004 arrojó quebranto, tal como resulta de la correspondiente asamblea ordinaria”. La citada fuente dijo a este diario que “más allá de las irregularidades formales, no es lógico ni justo que se lleven semejante cantidad de dinero siendo que el banco no anda bien y que acaba de reestructurar una deuda financiera muy grande”.
En Economía están disconformes con el resultado global del banco, pero más todavía con la gestión del grupo IRSA, que –según ellos– no acierta a desarrollar el negocio propio de la entidad (los préstamos hipotecarios), y que está generando el grueso de las utilidades con la actividad financiera de cortísimo plazo, y con negocios subsidiarios al Hipotecario, como una compañía de seguros controlada y una empresa de servicios informáticos con sede en el exterior.
Otra de las sospechas que anidan en Economía (nada tiene que ver con el sumario iniciado por la CNV) es que el Comité Ejecutivo del banco se estaría excediendo en el otorgamiento de préstamos a empresas vinculadas por intereses o amistad, aunque admiten que han comenzado a investigar a fondo hace no mucho y que aún es prematuro realizar imputaciones.
Pero lo que de por sí revela tanta suspicacia y desconfianza es que la relación entre IRSA y el Estado está demasiado tirante.
Precisamente, un vocero de la conducción del banco consultado por Página/12 restó importancia al sumario abierto y atribuyó el asunto a una cuestión de índole personal entre el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y Eduardo Elsztain. Agregó que “estamos convencidos de que todo se hizo respetando las normas, pero no obstante el jueves pasado se informó en reunión de Directorio que todo el dinero cobrado fue devuelto y depositado en caución hasta tanto el tema quede totalmente esclarecido”.