El Gobierno le ofreció a Aguas Argentinas una nueva propuesta en el marco de la renegociación del contrato de concesión firmado en 1993. El directorio de la distribuidora de agua se reunirá hoy, martes, para analizar la nueva propuesta gubernamental, cuyo contenido no fue divulgado por ninguna de las partes, aunque se presume que contendrá un ítem sobre las tarifas del servicio, congeladas desde principios de 2002.
Las negociaciones entraron en una espiral de tensión el pasado 7 de julio, cuando la compañía en la que participan el grupo francés Suez y la española Aguas de Barcelona (Agbar) envió al gobierno de Néstor Kirchner “una última y definitiva propuesta de renegociación de su contrato”. Ante semejante panorama, la dirección de la empresa había advertido que, si no se llegaba de forma “urgente” a un acuerdo, se vería obligada “a considerar otros cursos de acción” en su próxima reunión, convocada para hoy, sin descartar la posibilidad de que Suez, el accionista principal, decidiera abandonar su participación en el negocio.
La Unidad de Renegociación de los contratos de servicios públicos privatizados (Uniren) hizo llegar ayer a la empresa Aguas Argentinas una propuesta reformulada. Según trascendió, la Uniren le comunicó además a la concesionaria que espera recibir, en un plazo máximo de 15 días, los datos sobre las proyecciones económicas de la compañía, que le requirió en 2004. Recién a partir de esos datos, se indicó, podría avanzarse en la definición de una acta de entendimiento, que dé solución al tema.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, ratificó la voluntad del Gobierno de “tratar de alcanzar un acuerdo” con Aguas Argentinas. “Veo predisposición. Mientras haya negociaciones, hay esperanzas”, dijo el ministro. El ministro dejó traslucir así su optimismo respecto a la posibilidad de arribar a un entendimiento, aunque evitó realizar precisiones al respecto. De Vido realizó estas declaraciones en Santiago del Estero al término del acto en el que el presidente Néstor Kirchner rindió homenaje a los 117 desaparecidos registrados en la provincia norteña durante la dictadura militar. Al ser consultado sobre la iniciativa que el Gobierno le hará llegar a la empresa, De Vido se limitó a decir “no hago comentarios de los detalles de la propuesta”.
En tanto, un grupo de desocupados se manifestó ayer frente a la sede de Aguas Argentinas en contra de posibles aumentos tarifarios y para exigir que la compañía vuelva a manos del Estado. En febrero pasado, la empresa, que abastece de agua a Buenos Aires y a 17 municipios del cordón urbano, había indicado que para 2005 proyectaba pérdidas equivalentes a 100 millones de pesos por la crítica situación derivada de la congelación de las tarifas.
El capital de Aguas Argentinas está en un 39,93 por ciento en manos de la francesa Suez, un 25,01 por ciento en poder de Agbar y el 10 por ciento pertenece al Programa de Propiedad Participada. Con participaciones minoritarias, les siguen el Banco Galicia (8,26 por ciento), la francesa Vivendi (7,55 por ciento), la Corporación Financiera Internacional (5 por ciento) y la británica Anglian Water (4,25 por ciento).
Suez y Aguas de Barcelona denunciaron en junio de 2003 al Estado argentino ante el Ciadi, tribunal arbitral dependiente del Banco Mundial, por las pérdidas ocasionadas por la congelación de las tarifas, pero el gobierno de Buenos Aires puso como condición para alcanzar un acuerdo que la empresa desistiera de esta demanda. A finales de 2003, el gobierno argentino abrió el diálogo con las compañías para renegociar los 62 contratos de concesión de los servicios públicos, proceso que debe ser ratificado en cada caso por el Parlamento.