ECONOMíA
› ENCUESTA A LOS EMPRESARIOS QUE MAS GANAN
Con el cocodrilo en el bolsillo
› Por Maximiliano Montenegro
Aunque hay honrosas excepciones, la generosidad no es una virtud a destacar de los empresarios en Argentina. Una encuesta oficial, elaborada entre las 100 mayores empresas industriales del país, confirma ese prejuicio. Según el relevamiento, casi 1 de cada 3 firmas consultadas no prevé otorgar ningún aumento salarial este año. Mientras que la mayoría que sí planea concederlos evalúa ajustes de sueldos inferiores al 10 por ciento, bastante tacaños teniendo en cuenta la evolución de la inflación minorista. Para colmo, en algunos sectores (tabaco, cueros, papel y cartón, petróleo, químicos) más de la mitad de las empresas no considera nuevas mejoras en las remuneraciones.
Los datos corresponden a una encuesta realizada por el Cep (Centro de Estudios para la Producción), dependiente de la Secretaría de Industria, entre marzo y abril pasado, a más de cien “grandes empresas industriales” de todo el país, representativas de todos los sectores de la actividad manufacturera: desde alimentos y bebidas hasta automotores, pasando por papel y textiles. En resumen, son los siguientes:
- El 29 por ciento no prevé ningún aumento para este año.
- El 59 por ciento otorgará subas de menores al 10 por ciento.
- Un 11 por ciento concederá aumentos de entre 10 y 20 por ciento.
- Sólo 1 por ciento incrementará los sueldos en más del 20 por ciento.
Los resultados del estudio llaman la atención por dos motivos. Por un lado, esas empresas son las grandes ganadoras de la devaluación, ya sea porque elevaron notablemente sus exportaciones o porque el dólar alto impuso una barrera natural contra las importaciones que amenazaban desplazarlas en el mercado interno. Según el último informe de la Fundación Unidos del Sud, la rentabilidad media de las empresas en la Argentina ronda el 30 por ciento anual. Pero para el selecto club encuestado, los márgenes de ganancia son superiores.
Por otro lado, la gran mayoría de las empresarios encuestados (el 88 por ciento, entre los que no prevén aumentos y los que darán mejoras de un dígito) no están pensando, al menos para este año, en una recomposición del poder de compra de sus empleados. Vale recordar que la meta oficial de inflación para este año es del 11 por ciento, y hay quienes temen que pueda quedarse corta.
Alguien podría decir que, pese a lo que declaran a la encuesta oficial, la mayoría de los sectores industriales lidera las subas salariales en los últimos dos años, y que en algunas ramas los operarios ya lograron recuperar el poder de compra perdido desde la devaluación. Sin embargo, mirando hacia adelante, está claro que los grandes beneficiados por la devaluación no están dispuestos a que los trabajadores pellizquen mucho más sus márgenes de ganancia.