ECONOMíA
Declaración formal de guerra de Economía a los bancos extranjeros
En el Ministerio de Economía creen que los bancos extranjeros apuestan abiertamente a la caída de Duhalde y al proyecto de dolarización de la economía que impulsa el menemismo. El fin de semana, Lavagna anudó una nueva alianza con los bancos nacionales.
El sábado, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, presentó a los banqueros la versión final de su plan para el corralito que, con mucho viento a favor, podría ser anunciado esta semana. Sin embargo, el plato fuerte de ese encuentro no fue el proyecto en sí –que ya había sido anticipado por este diario– sino la fractura definitiva entre el ministro y los bancos extranjeros, y la conformación de una nueva alianza del gobierno de Duhalde con los bancos nacionales. En Economía creen que ABA (Asociación de Bancos de la Argentina) apuesta abiertamente a la caída de Duhalde y al proyecto de dolarización de la economía, impulsado por el menemismo y los economistas ultraliberales del CEMA.
El proyecto oficial para el corralito no tiene sorpresas:
u Habrá un bono optativo en dólares a 10 años para los plazos fijos reprogramados. Quienes opten por este bono podrán a su vez utilizarlo para comprar viviendas en construcción, autos cero kilómetro o acciones en la Bolsa.
u Los que decidan permanecer con su plazo fijo reprogramado, a su vez, podrán seguir vendiendo el certificado a quienes lo necesitan para cancelar deuda en el mismo banco, aunque se prevé un mecanismo más transparente de venta de plazos fijos a través de la Bolsa. Hoy, la venta de un plazo fijo supone un descuento del 20 por ciento sobre el saldo pesificado (a 1,40).
u Para cajas de ahorro y cuentas corrientes, en tanto, habrá un bono optativo a 3 años en dólares, que el ahorrista podrá adquirir ofertando, con un piso de 1,40, un tipo de cambio de compra inferior al de mercado.
Sin embargo, más allá del proyecto en sí, la noticia del fin de semana fue el “realineamiento político” de Lavagna y los banqueros. ABA, la asociación que agrupa a las entidades extranjeras, terminó de romper con el ministro al rechazar la última versión del proyecto, con la excusa de que no preveía una compensación a los bancos por la eliminación del CER en los créditos pesificados.
En realidad, en Economía sospechan de que de esa forma los bancos extranjeros apuestan lisa y llanamente a voltear a Duhalde. Dicen que ABA mantiene hoy estrechos contactos con el menemismo, y en particular con el ex titular del Banco Central, Pedro Pou, y los economistas del ultraliberal CEMA, del que participa también Roque Fernández. Más aún, los colaboradores del ministro no dudan en alinear a Mario Blejer, actual titular del Central, en este bando.
En respuesta a esa movida, Lavagna realizó el sábado un verdadero acto político al firmar juntamente con Abappra, la asociación que reúne a los bancos públicos y privados nacionales, un compromiso público de encaminar a la economía hacia la reactivación. Uno de los principales promotores de esa nueva alianza fue el presidente del Banco Ciudad, Roberto Feletti, que convenció a sus colegas de la banca privada de la necesidad de realinearse con el Gobierno, tomando distancia de la banca extranjera. “No es sólo por una cuestión ideológica. Nosotros no tenemos otra alternativa que quedarnos acá”, dicen en Abappra cuando se les pregunta por la ruptura con ABA.