ECONOMíA
› CANCILLER FRANCES RESPALDO A SUEZ
Los modales de París
La intención de los dueños de Aguas Argentinas de abandonar la concesión provocó ayer el primer cruce a nivel gobiernos. La ofensiva partió desde Europa. La administración de Jacques Chirac le exigió a la Casa Rosada que se “respeten los intereses” del Grupo Suez, dueño de la mayoría accionaria de la privatizada. Y se advirtió que el fracaso en las negociaciones podría “desanimar” la llegada de inversores extranjeros al país. El responsable de dar una respuesta fue Roberto Lavagna. El ministro desestimó esa posibilidad: “No perjudica”, enfatizó. “La mayor seguridad que se puede dar (a un inversor) es el funcionamiento del sistema político y social y que la macroeconomía funcione en forma consistente.”
Desde que se profundizó la crisis en Aguas Argentinas y Suez anunció que tiene un pie afuera del país, esta fue la primera vez que el gobierno francés sale en respaldo del grupo galo. Justo se produce horas antes de que Néstor Kirchner se encuentre con su colega español José Luis Rodríguez Zapatero y con el primer ministro francés, Dominique de Villepin. La reunión se realizará en Nueva York, en donde coinciden por la asamblea anual de la ONU. Analizarán en detalle la situación de los socios de Aguas Argentinas. En este contexto, el contrapunto entre funcionarios de alto rango de Francia y de la Argentina quedó potenciado.
“Esperamos que el retiro (de Suez) tenga lugar de modo ordenado y en el respeto de los intereses del grupo”, confió un vocero de la Cancillería francesa a periodistas acreditados en París. Algunos interpretaron que esa declaración fue en respuesta a la estrategia del gobierno argentino de responsabilizar a la compañía de haber roto las conversaciones. “Lamentamos que las tratativas no hayan prosperado”, añadió la fuente parisina. En medio del fuego cruzado, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, puso énfasis en la responsabilidad empresaria. Dijo que “el Gobierno sigue trabajando” para alcanzar un acuerdo entre las partes, y diferenció esa actitud de la postura que muestran los ejecutivos extranjeros de Aguas Argentinas.