El cambio del sistema de registro de bovinos propuesto por el Consejo de Administración del Senasa enfrenta a sectores internos del organismo e, incluso, podría involucrar en la pulseada al Ministerio de Economía y al ala política del Gobierno. La informatización del sistema le quitaría el manejo del tema a sectores de la burocracia del organismo, principalmente a la conducción de áreas clave como Coordinación Técnica y Administrativa, generando resistencia en estos sectores, argumentan quienes impulsan la tecnificación. Los imputados, a su vez, acusan al Consejo de “estar vendidos a los intereses empresarios que pretenden quedarse con el negocio”. El Consejo de Administración, del que participan entidades agropecuarias, de la industria y el propio presidente del Senasa, Jorge Amaya, fue convocado para hoy a una reunión especial en la que discutirá la contratación de la informatización del sistema de registro. Y donde todas estas presiones, con seguridad, se harán sentir.
El sistema de registro digital de identificación de hacienda que considerará el Consejo fue presentado como propuesta de iniciativa privada hace más de un año, y después de pasar por la evaluación de distintos organismos del Estado, fue aprobado por el propio cuerpo de administración del Senasa “por unanimidad” el 2 de febrero pasado y fue girado, en esa fecha, para su implementación a la Secretaría de la Función Pública. Aún sigue sin resolución.
“Es de fundamental importancia para este servicio la necesidad de contar con la informatización, debido a que nuestros mercados compradores nos exigen más garantías de los productos que les vendemos”, sostenía el Consejo en una nota enviada al presidente de la Nación el 6 de julio último. En la misma informaban que una semana antes le habían requerido al secretario legal y administrativo del Ministerio de Economía, Eduardo Pérez, una gestión en favor de la resolución del tema, obteniendo como respuesta que “es el Consejo quien tiene la responsabilidad de la informatización del servicio”. Asumiendo su responsabilidad, el Consejo buscará hoy avanzar en la definición del tema.
El sistema de informatización del registro propuesto funciona mediante tarjetas magnéticas asignadas a cada productor que envíe hacienda al mercado. Este debería registrar en un cajero automático (se habilitarían 1700 puntos en todo el país) la información referente a cada envío. A partir del ingreso de esa información, el Senasa emitiría el documento de tránsito animal y dispondría la fiscalización correspondiente, antes de llegar la hacienda a destino. Hoy el sistema opera a través de la gestión personal que debe hacer el productor o vendedor ante la oficina regional de Senasa –donde exista– y las inspecciones se realizan en el punto de arribo sin planificación previa, porque no se sistematiza la información del punto de partida.
Esta falta de controles ya fue objetada por las autoridades de la Unión Europea, ya que consideran que no garantiza la trazabilidad (seguimiento de origen) de las carnes que se exportan como cuota Hilton, de elevadísimos estándares sanitarios. Pero esa misma discrecionalidad que se objeta es la que defiende la línea burocrática del Senasa, presuntamente con apoyo político. El jefe de asesores de la Presidencia del organismo, Carlos Milicevic, es señalado como muy cercano al ministro de Planificación, Julio De Vido. Desde el Palacio de Hacienda querrían ver concretado el proyecto de informatización, aunque prefieren no chocar con el ala política del Gobierno. Al menos, en público.