El Gobierno firmó con la cadena cárnica y algunos supermercados un acuerdo “de estabilidad de precios por 90 días”. Los frigoríficos se comprometieron a mantener el valor promedio por kilo de la media res a niveles similares a los de agosto hasta las vísperas de las fiestas de fin de año. Para evitar que los ajustes se trasladen hacia arriba y hacia abajo de la cadena, el Ministerio de Economía comprometió también a los consignatarios de hacienda y a los supermercadistas, quienes firmaron a regañadientes y no participaron de la conferencia de prensa posterior.
El problema de fondo es conocido, el aumento de los precios internacionales y de la demanda externa de algunas commodities se derramó al mercado interno y, en la jerga de los economistas, Argentina importó inflación. El problema se notó fuerte en carnes y lácteos, los dos rubros que ayudaron a mantener los precios de los alimentos por encima del Indice de Precios al Consumidor (IPC). Así, aunque la inflación de agosto fue del 0,4 por ciento, manteniéndose por debajo de lo esperado, la Canasta Básica subió el 1,5 por ciento, un fenómeno cuya continuidad afecta en mayor medida al sector de la población que está en peores condiciones, es decir, a quienes se encuentran en el límite de la indigencia.
Tras la caída de los acuerdos de precios conseguidos luego del salto de la inflación de marzo, lo que comenzó a ocurrir en julio y agosto, el Gobierno apostó a renovar los consensos para evitar nuevas remarcaciones. Pero la estructura oligopólica de formación de precios interna junto a la presión ejercida por el buen desempeño exportador se interpusieron y carnes y lácteos volvieron a dispararse. La primera reacción de Economía fue aumentar las retenciones a los derivados lácteos que más habían aumentado, la leche en polvo y, especialmente, los quesos. Una medida que hasta ahora no parece haber conseguido mayores resultados, pues las usinas no sólo no bajaron los precios internos, sino que trasladaron parte de la presión hacia los proveedores de la materia prima.
En carnes, el aumento de las retenciones se mantiene como amenaza. A pesar de que las 5 entidades que representan a los frigoríficos –Ciccra, ABC, Unica, Fifra y Cadif– consensuaron con Agricultura el pacto de estabilidad, en Economía no dejan de recordar que algunas empresas procesadoras no respetaron el acuerdo pasado, que establecía una baja del 10 por ciento en 5 cortes bovinos de alto consumo. Este dato obligó a los negociadores gubernamentales a equilibrar amenazas y promesas.
La posibilidad de subir las retenciones fue mechada con el ofrecimiento de estudiar algunas demandas sectoriales, como relajar el régimen de promoción de la industria curtidora para aumentar el precio interno de los cueros o estudiar una posible legislación que incentive la faena de animales más pesados, lo que acompañaría la prohibición de faenar animales de menos de 300 kilos que comenzará a regir por 180 días a partir de noviembre próximo. Para consignatarios y ganaderos, los ideológicamente más reacios a cualquier acuerdo, al que consideran la antesala de los “controles de precios”, la contraoferta fueron posibles créditos para pasturas.
Por el lado del comercio minorista, la mira del Gobierno está puesta sobre los supermercados. Aquí es donde las presiones son menos explícitas, pero fuentes de Economía dejaron trascender que el principal instrumento en caso que no respeten el acuerdo alcanzado vendrá por el lado de los controles tributarios y Defensa de la Competencia. Entre los grandes bocas minoristas se buscó comprometer la participación de los que también faenan, ya que su poder de compra tiene gran incidencia en el mercado de Liniers. De todas maneras, aunque sus empresas firmaron, ayer llamó la atención la ausencia de representantes de supermercados que habían participado en las reuniones previas.
En la conferencia de prensa brindada luego de la firma, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, destacó que el acuerdo “muestra un compromisoy un esfuerzo entre todos”. También sostuvo que el acuerdo de “precios solidarios” tendrá peso suficiente para ser cumplido en todo el país.