El Gobierno consiguió en ocho meses el objetivo fiscal pautado para todo el año. Es más, lo superó con holgura. Con el superávit primario de agosto, de 1845,5 millones de pesos, se alcanzó un excedente de 15.269 millones, muy por arriba de los 14.200 millones previstos para el presente ejercicio. Roberto Lavagna dará más precisiones sobre estos resultados y sobre los que se esperan para 2006 cuando vaya al Congreso esta tarde a presentar el nuevo proyecto de Presupuesto.
Los resultados de agosto no sorprendieron, porque la política de un superávit elevado ya es una constante. A esta altura, Lavagna proyecta para todo 2005 un ahorro equivalente a 3,5 puntos del PIB, cuando la meta era del 3,2 por ciento. En la negociación con el FMI, el Gobierno siempre se negó a asumir un compromiso de un excedente mayor al 3 por ciento, aunque en los hechos este es el tercer año consecutivo que lo rebasa. En 2003, el superávit fue igual a 3,2 puntos del producto y, en 2004, al 3,9. Para 2006, en el Presupuesto figura otra vez un 3,2 por ciento.
Sin embargo, como la estimación de crecimiento económico es de un moderado 4 por ciento y seguramente se quedará corta, la recaudación y el superávit también aumentarán más de lo estimado. Lavagna justifica la ortodoxia fiscal con el argumento de que es el ancla del modelo, pues permite sostener un tipo de cambio alto y achicar la deuda.
El resultado de agosto se obtuvo merced a ingresos por 10.790,7 millones de pesos, contra gastos corrientes por 9.634,2 millones, lo que dejó un resultado económico favorable de 1156,5 millones de pesos, a lo que se agregan las contribuciones figurativas, lo que deja un saldo favorable de 1845,5 millones. En comparación con igual mes de 2004, hubo una ligera caída en el superávit, puesto que en aquella oportunidad había ascendido a 1939 millones de pesos. También hay una pequeña contracción en el acumulado enero-agosto de este año contra igual lapso del anterior, ya que entonces el superávit se ubicó en 15.441 millones de pesos, 172 millones más que ahora.
Uno de los datos destacados de la asignación de gastos del mes pasado es que se destinaron 1464,6 millones de pesos a la cancelación de intereses de la deuda. De ese total, 204,2 millones fueron para pagar intereses en moneda local, mientras que 1260,4 millones fueron para cubrir compromisos en moneda extranjera. Descontados esos pagos, el superávit financiero fue de 380,9 millones de pesos.