El secretario de Agricultura, Miguel Campos, volvió a defender ayer la decisión del Gobierno de establecer un peso mínimo para la faena de vacunos a partir del 1º de noviembre próximo. En la inauguración oficial de Mercocarne 2005, en Cañuelas, Campos expresó su “satisfacción” por la puesta en marcha de esa resolución oficial, “la única salida a la falta de oferta de carne, correcta y eficaz”.
El funcionario explicó que el Gobierno busca “incorporar al rodeo argentino el tema de la trazabilidad (seguimiento del animal desde la concepción hasta la góndola) exigido por los mercados más importantes del mundo”. Al respecto, puso de relieve que desde la cartera a su cargo se está implementando un sistema de informática que funcione a pleno.
Debido al malestar que provocó en algunos eslabones de la cadena comercial cárnica, el secretario reconoció que “quedan temas por conversar”. Campos afirmó que la mira del Gobierno está puesta en hacer de Argentina “un país productor de alimentos y no sólo de commodities”, por lo que reclamó a los distintos sectores no centrarse exclusivamente en los temas de corto plazo.
En su opinión, si no se llega con los distintos sectores a un acuerdo sobre medidas de largo plazo, “será difícil encontrar una salida” al cuello de botella que se presenta entre oferta y demanda de carne vacuna. De cara a ese escenario, Campos enfatizó que el Gobierno está dispuesto a “aceptar y escuchar propuestas que no quieran cambiar el rumbo de la medida tomada”, subrayando luego que aquella resolución –límite de peso para faena– “no se va a modificar en absoluto”.