Sin discursos de cierre pero con movilizaciones, tractorazos, piquetes y cortes de rutas, además de una reiteración de la parálisis que mostró esta semana el comercio de productos agropecuarios, finalizó ayer la protesta del campo que impulsó la Federación Agraria Argentina, desde el domingo último. La decisión del presidente de la entidad federada, Eduardo Buzzi, respecto de no establecer lugar ni horario ante los chacareros del país para evaluar la medida de fuerza y arengar a sus afiliados obedeció a la adhesión que la FAA resolvió dar al paro nacional que dispuso la CTA.
Una vez más, los mercados de granos y hacienda volvieron a mostrar el alto grado de acatamiento que tuvo la protesta del campo, potenciada por el paro de los camioneros que, al negarse a cargar productos del campo, sólo permitieron el ingreso de poco más de 300 animales a Liniers durante esta jornada.
Durante los tres días por los que se prolongó la medida de fuerza, el ente concentrador más importante de América latina sólo computó arribos por 7809 bovinos, la cantidad más baja histórica de remisiones efectuadas a Liniers entre un lunes y un miércoles, cuando la FAA impulsó medidas de fuerza. No obstante, el titular de la entidad volvió a mostrarse exultante con la respuesta que tuvo la primera protesta rural “tranqueras afuera” que organiza contra el gobierno de Eduardo Duhalde.