Las cifras del Estimador Mensual Industrial difundidas ayer por el Indec despertaron el entusiasmo del Gobierno y, en especial, de la Unión Industrial Argentina. En septiembre la producción se incrementó el 1,2 por ciento. En los primeros 9 meses de 2005, la expansión fue del 7,4 por ciento respecto al mismo período del año anterior. Contra septiembre de 2004 la suba fue mayor: el 8,6 por ciento. Pero las sombras no están en el crecimiento, sino en el acompañamiento de la inversión. La medida en que se emplean los equipos de producción sigue aumentando y llegó a un nivel record del 75,1 por ciento, que por ahora no es crítico y resulta, según los industriales, compatible con el crecimiento registrado.
La actual administración ha hecho de la “reindustrialización” uno de los ejes de su programa económico y la razón de ser del sostenimiento de un “tipo de cambio competitivo”. Sin embargo, el resultado conseguido desde la devaluación fue esencialmente cuantitativo. El abanico de bienes ofrecidos por la industria es hoy prácticamente el mismo que en los ’90, aunque con matices. Las ramas que mostraron los mejores desempeños pueden separarse en tres grupos.
- El primero es el compuesto por la producción relativamente escindida del ciclo económico interno. Entre ellos se destacan las industrias metálicas básicas y la refinación de petróleo. Escisión del ciclo interno quiere decir que su demanda es gobernada por las exportaciones, un dato que no excluye beneficios del auge fronteras adentro, especialmente en refinación. Las industrias metálicas básicas, acero crudo y aluminio primario, funcionaron los últimos 13 meses con un uso promedio de la capacidad instalada del 94,9 por ciento, es decir a tope. Desde 2002 inclusive, el uso de plantas nunca estuvo lejos del 90 por ciento. Por eso su producción no ha variado sustancialmente en términos brutos. En el último año su producción cayó un 1,3 por ciento. La caída del último mes, que fue del 10,6 por ciento (contra una suba del 6,3 entre enero y septiembre) respondió a una parada de planta. Las firmas de este sector se cuentan entre las que presentaron los proyectos más importantes para el programa de promoción de inversiones diseñado por el Ministerio de Economía. El análisis es similar para Refinación de Petróleo. El crecimiento del último año fue de apenas 2,3 por ciento, pero porque siempre continuaron produciendo a tope. En el último mes el aprovechamiento de su capacidad productiva llegó al 94,3 por ciento en un contexto caracterizado por altos precios internacionales e inversión prácticamente nula.
- Producción destinada predominantemente al mercado interno, en algunos casos sustituyendo importaciones. En este sector se ubica el que sería el sector estrella de la recuperación industrial, el textil, que el último mes, sin embargo, cayó el 2,3 por ciento, pero que lleva un crecimiento del 8,3 por ciento en lo que va del año y del 6,3 contra septiembre de 2004. El uso de la capacidad instalada se incrementó el último año el 4,75 por ciento, alcanzando un muy elevado 88,2 por ciento. Esto quiere decir que hubo inversiones, pero que distan de ser suficientes. En concreto, las adquisiciones de nuevos equipos productivos se concentraron en unas pocas firmas, mientras otras siguieron la estrategia de producción mano de obra intensiva utilizando con mayor intensidad las viejas plantas. La queja sectorial es ahora contra las importaciones provenientes de Asia tras la caída del Acuerdo sobre Vestimenta y Textiles en la OMC, lo que, según los empresarios, frenaría las inversiones.
- Producción destinada predominantemente al mercado interno, pero apoyada por el auge de la demanda de exportaciones. Aquí se encuentra claramente la industria alimenticia, cuyo crecimiento respondió en parte a la recuperación del consumo interno, su destino principal que, no obstante, se expandió menos que la producción total. La diferencia estuvo en las exportaciones, las que, de la mano de los mayores precios internacionales, presionaron sobre los precios internos. El crecimiento de la producción de alimentos fue en septiembre del 0,9 por ciento y del 7,5 en el año. Dentro del rubro existe una “anomalía”, la producción de Aceites y subproductos, pues su destino principal es el exterior. Gracias a la cosecha record este subrubro creció el 25,2 por ciento en el año. El uso de plantas en toda la industria alimenticia ya está cerca del 80 por ciento. En el último año, a pesar de las inversiones, creció el 5,7 por ciento.
Por último existen otros sectores con muy buen desempeño que no se encuadran en las tres caracterizaciones señaladas. Se trata por un lado de Vehículos automotores y, por otro, de una suma de ramas industriales productoras de insumos intermedios, entre las que se destacan los agroquímicos y los Minerales no metálicos que abastecen la actividad de la construcción. Dentro de estos últimos, el Cemento junto a Otros materiales de construcción crecieron el último año el 28,1 y el 28,6 por ciento, respectivamente. Los Agroquímicos, el 20 por ciento en el mismo período. Más complejo de evaluar por sus interacciones con Brasil, pero con efectos multiplicadores en otras ramas, es el caso de Vehículos Automotores, que en el año crecieron el 22,1 por ciento, lapso en el que el uso de la capacidad instalada creció el 20,7 por ciento. Por último los Productos de caucho y plástico, principalmente neumáticos, envases y PVC, crecieron el 16,4 por ciento contra septiembre de 2004.