El gobernador Felipe Solá propuso al Senado bonaerense la designación de su ministro de la Producción, Martín Lousteau, como futuro presidente del Banco Provincia. De ser aceptada la designación por la Legislatura, Lousteau, un economista de 34 años, se convertirá en el titular más joven en la historia del Provincia. Solá ofreció, además, la cartera de Producción a la economista Débora Giorgi, ex secretaria de Industria durante el gobierno de la Alianza, quien actualmente se desempeña como asesora de la Unión Industrial Argentina.
El anuncio fue formulado ayer por la Secretaría de Prensa de la gobernación, un día después que el Ejecutivo retirara del Senado el pliego de Gustavo Lopetegui, quien había sido propuesto para presidir el Bapro pero su designación fue trabada por el duhaldismo, que dominó la cámara hasta el 10 de diciembre último, y por el radicalismo. Hasta su postulación para el Provincia, Lopetegui fue el ministro de Producción de la provincia y Lousteau revistaba como su jefe de asesores.
El martes por la noche los senadores del Frente para la Victoria habían anunciado que por expresa solicitud de Lopetegui el gobernador había retirado su pliego de la Legislatura. En la carta que dirigió a Solá, Lopetegui afirma que “ante las dificultades y demoras que ha enfrentado la aprobación de mi pliego para presidir el Banco de la Provincia de Buenos Aires, y del prolongado período que lleva dicha institución sin poder contar con su Directorio”, lo más conveniente era desistir de dicha designación “para evitar que el nombramiento del presidente del Bapro surja de una elección dividida”. En tanto, manifestó su decisión de “retornar a la actividad empresaria en el ámbito privado”.
La designación de Lousteau deberá ahora ser aprobada por mayoría en el Senado, al igual que la de los restantes tres directores del Bapro cuyos pliegos remitió el Ejecutivo al Parlamento en las últimas horas: se trata de Javier Pereyra, Hugo Secondini y Oscar Valdovinos.
Lousteau no es un funcionario típico de la provincia de Buenos Aires. Nunca militó en el peronismo, es economista y completó sus estudios de posgrado en políticas sociales en la London School of Economics. Antes de ser designado en el Ministerio de la Producción se desempeño como asesor del directorio del Banco Central, bajo la presidencia de Alfonso Prat Gay, y anteriormente trabajó en la consultora que compartieron el propio Prat Gay y Pedro Lacoste. Tiene una muy buena relación con funcionarios del gobierno nacional, como el secretario de Industria, Miguel Peirano, y la propia ministra de Economía, Felisa Miceli.
Desde el 6 de julio pasado, cuando renunció Jorge Sarghini (electo diputado nacional) al frente de la entidad, la presidencia interina del Bapro fue ocupada por su vicepresidente, Adolfo Boverini. Desde la salida de Sarghini, un duhaldista de pura cepa, hasta el 9 de diciembre pasado el Directorio funcionó con quórum normal. Pero ese día, Solá aceptó las renuncias de tres directores –incorporados en la gestión Sarghini– y desde entonces el Directorio no pudo sesionar por falta de quórum.
El directorio de la entidad se conforma con un presidente y ocho directores. Para sesionar necesita un mínimo de cinco. Al margen de los tres directores que Solá propone ahora nombrar, ya se acordó en el Senado bonaerense aprobar los pliegos de otro dos directores, Dámaso Larraburu (renueva mandato) y Félix Cirio, que se suman así a Boverini y a Alejandro Corvatta, actual director.