La asamblea de accionistas de Aguas de Santa Fe resolvió ayer la disolución de la compañía que opera el servicio de agua potable y cloacas en 15 ciudades de esa provincia, que ahora deberán ser atendidas por la gobernación. Los accionistas mayoritarios de la empresa no aceptaron la condición del estado provincial de cancelar la demanda ante el tribunal de resolución de controversias del Banco Mundial (Ciadi) y, en consecuencia, la asamblea de la compañía resolvió hoy su disolución.

“Los accionistas de Aguas Provinciales de Santa Fe, reunidos en el día de la fecha, han constatado la disolución de la empresa por pérdida de capital de la misma”, señala el comunicado oficial de la empresa difundido al término de la reunión. A partir de esta decisión, la operación de la empresa quedará en manos del gobierno de Santa Fe, ya que no es viable el traspaso de acciones a Alberdi Aguas, una compañía santafesina que había presentado una oferta de compra de acciones.

El Grupo Suez se negó a aceptar la condición que impuso el gobierno de Santa Fe para aprobar la transferencia de las acciones: que los accionistas (Suez y Aguas de Barcelona) desistieran de sus reclamos ante el Ciadi por unos 310 millones de dólares. “Confío en las posibilidades que tenemos los trabajadores para seguir adelante con el servicio y ojalá se acierte en la política a seguir por parte del gobierno”, explicó Oscar Barrionuevo, accionista representante de los trabajadores y secretario general del Sindicato de Obras Sanitarias de la ciudad de Rosario. Por su parte, el ministro de Obras y Servicios Públicos, Alberto Hammerly, indicó que “queremos llevarle tranquilidad absoluta a la gente por el servicio y a todos los empleados en su garantía de continuidad laboral; el gobierno va a respetar la propiedad participada”.