La vicepresidenta de Carbap sentenció que Kirchner “no tiene materia gris”. La entidad, además, amenazó con un paro de un día por semana. Otra cámara cedió y pactó con el Gobierno.
“Lo primero que no tiene el Presidente es materia gris”, atacó sin miramientos la vicepresidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Analía Quiroga. La pelea entre el Gobierno y el sector más rico de la ganadería argentina alcanzó una intensidad impensada. Además de los agravios personales, esa misma entidad amenazó con dejar de enviar hacienda al Mercado de Liniers como señal de protesta por las presiones del Poder Ejecutivo y la continuidad de las retenciones a las exportaciones. En principio, tomaría esa medida una vez por semana. Los principales dirigentes de Carbap se quejaron por las declaraciones de Néstor Kirchner del día anterior, cuando acusó de “avaros” a los productores y demás participantes de la industria de la carne que retiraron su firma de un acuerdo de congelamiento de precios.
La única señal de distensión, que el Ministerio de Economía celebró ampliamente, fue que una de las entidades que se había bajado del convenio ayer dio marcha atrás y volvió a suscribirlo. Se trata de la Asociación de Productores y Exportadores Argentinos (APEA), que controla el 20 por ciento de la faena. “Van a volver uno a uno”, se entusiasmaron en el Palacio de Hacienda. Respecto de la amenaza del boicot ganadero, que podría tener un fuerte impacto en los precios de la carne al público, cerca de Felisa Miceli criticaron que “están amenazando con hacerle un paro a la gente”. “Los productores no tienen que comprometerse con el Gobierno, tienen que comprometerse con la sociedad”, insistieron.
Pero la nota de la jornada la dio Quiroga. En declaraciones radiales, la vicepresidenta de Carbap lanzó duras acusaciones contra Kirchner. “Yo creo que lo primero que no tiene el Presidente es materia gris en la cabeza, porque si tuviera (materia) gris tendría que tener memoria”, arrancó su furibundo ataque. A pesar de lo extremo de sus palabras, su tono era de enojo pero calmado. A medida que siguió, se notaba su nerviosismo y terminó cerca del llanto. “A mí me ha dolido mucho que mi presidente me trate de avara. Realmente no lo soy y cuando hablo por mí, hablo por todo el sector”, agregó. La singular y explosiva arremetida siguió un buen rato más: “Cuando fue gobernador de Santa Cruz se llevó la plata de todos los argentinos (sic) afuera, y la estamos esperando para calmar la miseria, que el campo no inventó”.
Asimismo, sostuvo que “el señor Presidente es un desagradecido” y subrayó que Kirchner “hoy ha comenzado a firmar un decreto de desaparición de la ganadería”. “El pueblo argentino no se va a olvidar nunca de este Presidente –agregó–, porque este Presidente nos condenó a que dentro de dos años nadie, ni el más rico ni el más pobre, pueda tener un asado arriba de su mesa, porque no tiene ni noción de lo que está diciendo ni de lo que está haciendo”, pronosticó. Si bien reconoció que al campo le fue “muy bien” tras la devaluación, indicó: “No nos salvó este Presidente, que no se anote los porotos que no puso; al campo lo salvó Duhalde”. Tal vez olvidó recordar que el actual gobierno mantiene a rajatabla un dólar que favorece a los sectores productivos.
Finalmente, la dirigente de Carbap dijo que “el campo salió a apagar la miseria. Con la ganadería y las economías regionales el Presidente es un desagradecido; firmó un decreto de desaparición de la ganadería. Los que llevamos la tierra debajo de las uñas no nos vamos a olvidar nunca. No tiene noción de lo que dice y hace”.
Lejos de desautorizar a su vicepresidenta y tender un puente de diálogo con el Gobierno, el resto de la cúpula de Carbap la respaldó y fue por más. Después de una asamblea en la que participaron más de 60 entidades que integran la entidad, su secretario Pedro Apaolaza advirtió que los afiliados están dispuestos a iniciar un paro en la comercialización de vacunos de un día por semana. Esto ocurrirá “en la medida que no se entienda la posición del sector” que reclama un plan ganadero. Los ruralistas indicaron que si el Gobierno aplica más retenciones, como amenazó a su vez el ministro Aníbal Fernández, la actividad ganadera perderá rentabilidad. “Por qué hay menos hacienda vacuna, porque no ha sido negocio. Ahora si dentro de dos años hay entre 25 y 40 por ciento menos de carne vacuna, que este gobierno se haga cargo, por la política equivocada”, aseguró Apaolaza. Finalmente, el dirigente sostuvo que “tenemos las mismas vacas que en la década del 70 pero con el triple de población”. El dirigente olvidó mencionar el efecto de las políticas de atraso cambiario de la dictadura militar y del menemismo.
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