La medida intenta regular la oferta que va al mercado externo, para asegurar el abastecimiento interno. Dura crítica de Miceli al sector por los abusivos aumentos de precios.
La ministra de Economía, Felisa Miceli, anunció la creación de un Registro de Operaciones de Exportación para las carnes. Su objetivo será, según la funcionaria, “articular la demanda internacional con la interna”. De acuerdo con la resolución de Economía, en adelante las ventas al exterior necesitarán una autorización previa. El control de las exportaciones aparece así como una medida intermedia para evitar la aplicación de retenciones móviles en base a la evolución de los precios del Mercado de Liniers S.A., una alternativa que Miceli no descartó. “Esta es la primera de una serie de medidas. Seguramente vamos a tomar otras en caso de que (se) siga obstaculizando el normal desempeño del sector”, advirtió.
En el marco de la disputa que mantiene con un sector de la cadena cárnica, el Gobierno volvió a dar señales fuertes de que no aceptará que los exportadores obtengan en el mercado interno la misma rentabilidad que en el internacional. Para el sector privado no será fácil asumir el doble precio. En este sentido, mayores retenciones funcionarían como un “mecanismo de ajuste automático”. Pero para los exportadores, la solución sería bastante peor; no sólo perderían la parte de la mayor rentabilidad que podrían conseguir fronteras adentro vía ajuste de precios, sino también la externa brindada por el tipo de cambio supercompetitivo.
En la conferencia de prensa en la que se anunció la creación del registro, la ministra Miceli fue explícita. “No puede ser que el precio internacional de los bienes que se consumen en la Argentina fije el precio interno”, porque “los argentinos ganamos en pesos, consumimos en pesos, nuestros salarios están en pesos y por lo tanto los costos de producción de estos sectores también están en pesos y tienen algunos elementos subsidiados, como el gasoil”, reseñó. “El valor de venta tiene que reflejar el costo de producción y no absorber el precio internacional”, demandó.
De esta manera, el Gobierno intenta una vez más que los exportadores comprendan que las pérdidas serían mayores en caso de aplicarse una suba de retenciones. El mensaje de Economía es que la superrentabilidad que permite el actual tipo de cambio debe conseguirse en el exterior y no a costa del consumo interno. El futuro sendero de precios será la clave para determinar si los empresarios locales aceptan disciplinarse por la vía del consenso o si será necesario recurrir a la vía fiscal. El camino no será fácil, pues se trata de conciliar dos opuestos, el tipo de cambio proexportador con la distribución positiva del ingreso.
En la conferencia de ayer, Miceli brindó algunos datos de producción, exportaciones, consumo interno y precios. La ministra también le reprochó al sector la falta de inversión. Destacó que a pesar de los distintos gobiernos y políticas económicas, “hace 30 años que la Argentina tiene un (stock ganadero) promedio que oscila entre 50 y 55 millones de cabezas”. Ningún régimen parece haber sido bueno para invertir, consideró. En tanto, entre 2003 y 2005 las exportaciones pasaron “de 500 a 1400 millones de dólares” y el consumo per cápita de “55 a 65 kilos”. En materia de precios, sostuvo que mientras la inflación desde la salida de la convertibilidad fue del 74 por ciento, las carnes aumentaron el 165 por ciento; más del doble.
Tampoco faltaron comentarios sobre el tardío aumento de retenciones de noviembre pasado. Cuando se decidió el aumento de 10 puntos, “el tipo de cambio estaba a 2,91 y hoy está a 3,05, lo que quiere decir que (esa suba) fue prácticamente absorbida por el aumento del tipo de cambio (...) más otras medidas de reintegros que se tomaron a favor del sector en el tema de los cueros”. En otras palabras, insistió la funcionaria, “la rentabilidad permaneció prácticamente inamovible.
Las repercusiones políticas alcanzaron hasta amenazas de paro cruzadas. A la amenaza de Carbap de retener hacienda para paralizar los envíos de animales para faena, le respondió la CGT advirtiendo que convocaría a un paro de repudio en caso de decidirse esa medida. También hubo manifestaciones de apoyo a la acción del Gobierno en materia de precios dedirigentes enrolados en el duhaldismo, de legisladores y del gobernador de Tucumán, José Alperovich.
De acuerdo con el último informe de Ciccra, una de las cinco cámaras que representan a la industria frigorífica, mientras la producción creció en 2005 alrededor de 100 mil toneladas, las exportaciones lo hicieron en 170 mil toneladas. En otras palabras, el consumo interno se redujo en 70 mil toneladas.
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