Los ahorristas atrapados en el corralito deberán esperar una semana más para poder optar por los bonos o comprar autos o viviendas en construcción. Ese es el tiempo que se tomarán el Ministerio de Economía y el Banco Central para terminar de reglamentar el decreto que flexibiliza las restricciones bancarias. Roberto Lavagna dará los toques finales al esquema del Plan Bonos con la misión del FMI en Buenos Aires. Pero ya aclaró que no habrá correcciones de fondo a ese programa. El ministro se reunirá hoy con el jefe de la delegación del organismo de crédito, John Thorton, para comenzar las negociaciones. En el Palacio de Hacienda se analiza que Lavagna viaje a Washington cuando estén encaminadas las conversaciones para darle un cierre político al acuerdo.
Las expectativas del Gobierno están centradas en el diálogo con el FMI. “Dejamos en claro que lo que necesitaba Argentina era discutir formalmente el análisis de su situación y comenzar las negociaciones”, señaló el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, para terminar con el debate sobre si la misión que viene es puramente técnica o si tiene poder de decisión. Una vez que se consiguió esto último, de acuerdo a la versión oficial, Fernández admitió que “esta nueva etapa en la relación con el FMI no será nada fácil”.
Un factor que parece haber jugado en favor del Gobierno es el cambio de postura del FMI sobre los efectos que la crisis argentina puede tener en la región y en los países emergentes en general. Un informe del organismo conocido ayer reconoce que existe la amenaza de contagio, hipótesis que hasta ahora era descartada. El documento sostiene que en el primer trimestre de este año la crisis local quedó “encapsulada”. “Sin embargo, el potencial de un renovado brote de contagio persiste si las condiciones en Argentina se deterioran y su divisa se desploma en caída libre”, afirma.
El FMI evalúa que uno de los escenarios posibles es que la cotización del dólar se dispare y advierte sobre las consecuencias que ello traería aparejado para varios países. “Un peso en fuerte declinación tendría no sólo un impacto en sus socios comerciales, a través de los canales de la economía real, sino que también podría afectar el sentimiento de los inversores hacia los mercados emergentes en general y hacer subir las tasas de riesgo”. Para enfrentar el peligro de una escalada del dólar, la misión del FMI reclamará un programa monetario estricto. Lavagna dice estar de acuerdo con el ancla monetaria, es decir, con limitar la emisión. Otro tema que trae Thorton en carpeta es el nivel de reservas del Banco Central. En su momento, México y Brasil tuvieron que cumplir metas de reservas, que ahora se impondrían a Argentina. De acuerdo a cuan estrictas sean dependerá el modo de intervención de la autoridad monetaria en el mercado de cambios de ahora en más. El Banco Central dejó trascender que lentamente se irá retirando del segmento minorista, para operar sobre el mayorista. Esa estrategia, sumada a la mayor liquidación de divisas de exportadores, consiguió en los últimos días bajar la cotización del dólar. El Gobierno tendrá que aclarar la situación de Mario Blejer, dado que el control de la política monetaria y de las reservas es responsabilidad del presidente del Banco Central. Aníbal Fernández reconoció ayer que Blejer quería renunciar “por razones personales”, pero que le prometió a Eduardo Duhalde quedarse en el cargo hasta definir la política monetaria y se llegue a un acuerdo con el FMI.
“La negociación de un programa con el Fondo es ciertamente la clave que desbloquea otro montón de cosas que necesitan hacerse para que Argentina vuelva a ganar velocidad para crecer”, reconoció el Grupo de los 7, en sintonía con la postura del Gobierno. La presión de las naciones más poderosas en favor de que se avance en las negociaciones con Argentina terminó jugando en favor de las aspiraciones de Duhalde. Los ministros de Finanzas del G-7 analizarán la situación económica de Argentina este fin de semana y se estima que habrá un comunicado recomendando acelerar las negociaciones. De todos modos, insistirá en que “Argentina tenga unprograma consistente, porque de lo contrario por más que se le dé dinero no se solucionará nada”.