Como parte del acuerdo al que arribaron ayer las compañías petroleras con el Gobierno, aquéllas se comprometieron a mantener congelado, durante el invierno, el precio del gas natural (en boca de pozo) que tenga como destino el consumo domiciliario y a no incrementar el valor del gas licuado (en garrafas). Conforme a dichos compromisos, según informaron fuentes empresarias, la obligación de las refinerías será entregar el gas licuado a las fraccionadoras a precio congelado y será el gobierno el que deba disponer de controles sobre las etapas de comercialización para evitar aumentos en el resto de la cadena. En cuanto al gas natural, se permitirá una actualización gradual en los valores que deben abonar los usuarios comerciales e industriales, pero tanto en este caso como en el de la tarifa del consumo domiciliario será el Enargás el que intervenga. Uno de los temas pendientes, que se planteó durante la reunión de ayer entre los representantes petroleros y el jefe de Gobierno, Alfredo Atanasof, fue el de la tarifa del gas que pagan las usinas eléctricas, que termina destinándose al consumo domiciliario de electricidad.