La hacienda empezó la semana brindándole una buena noticia al Gobierno. Ayer hubo un derrumbe de precios en Liniers: en promedio, cayó un 4,7 por ciento, profundizando la tendencia bajista de las últimas jornadas. Desde el martes de la semana pasada, el índice novillo, un valor de referencia para el mercado, registró una retracción del 13,7 por ciento. Con las protestas de los productores como marco, por el cierre de las exportaciones, en el Gobierno aseguran que estos retrocesos deberían llegar a las carnicerías en los próximos días. Por las dudas se preparan nueva medidas. Hay un dato que da cuenta de la altísima renta ganadera: ayer, la tonelada de la cuota Hilton valía 12.700 dólares. Un record que se contrasta con los 7000 dólares del promedio de los últimos años. “El margen de ganancia es tan grande que esos exportadores podrían regalar la carne en el mercado interno y seguirían contabilizando súper ganancias”, reflexionó un funcionario de la Rosada, en diálogo con este diario.

Las ventas a Europa de los cortes de mayor calidad (Hilton) siguen vigentes. Junto con las exportaciones pactadas de país a país son las únicas que se mantienen. El resto quedó suspendido. Y ahora que se corrigieron los baches normativos y se cumple la restricción, las bajas de los precios es espectacular. Ayer, el “índice novillo” cayó al mínimo en dos meses.

Ahora la clave es que esa caída, que alcanzó al 28 por ciento en el caso de la categoría vacas y al 19 por ciento en la de terneros, llegue a los mostradores. Así como hace un par de semanas la mira quedó puesta en los “pícaros” consignatarios, el Gobierno puso la lupa en la cadena de comercialización. Por ejemplo, en los matarifes. Dicen que muchos de ellos operan “en negro”, en sociedad con frigoríficos y carnicerías. Y que en el reparto de la renta, nadie quiere perder tajada aunque el precio en Liniers se desplome. Los funcionarios aseguran que buscan achicar dramáticamente la competencia desleal. Y que existen las herramientas para hacerlo, como la Ley Federal de Carnes, que impone estrictas normas para operar en el mercado.

Además, se preparan distintas medidas que Néstor Kirchner podría aplicar en las próximas jornadas.

- La comercialización en cuartos de res. Dividir la res directamente en cortes podría tener el efecto contrario –un aumento de precios– al menos en el corto plazo, dados los mayores costos operativos. La división de a cuartos permitiría, lo mismo, separar los consumos populares de los exportables. Una encuesta que llegó a los despachos oficiales indica que los cortes más requeridos por la gente son: el asado, los que sirven para picar y aquellos para preparar milanesas (cuadrada, nalga, bola de lomo). Desde la Rosada buscan que sean estos cortes los que se abaraten rápidamente.

- Se empezará a publicar diariamente los precios promedios de la hacienda en los distintos mercados del país. Quieren que este nuevo índice sea tomado como referencia, desplazando a Liniers. Ayudará que en los distritos del interior la hacienda es más barata que en Buenos Aires.

Aunque en algunos despachos oficiales especulaban que esta mañana podría darse un encarecimiento de la hacienda por las lluvias de ayer, en el Gobierno estiman que la carne debería bajar un 10 por ciento en las carnicerías, en los próximos días.

Mientras tanto, los ganaderos protestan por las limitaciones a las exportaciones. Ayer se organizó una marcha masiva, en la que participaron unos diez mil productores, en la localidad bonaerense de Trenque Lauquen. Durante la concentración, el vicepresidente de Confederaciones Rurales, Néstor Roulet, advirtió que los próximos reclamos podrían incluir cortes de rutas. Los productores recibieron la solidaridad de los comercios de la zona y prometieron volver a las calles el lunes que viene.