Felisa Miceli anunciará el próximo martes las bases del futuro plan ganadero, que comenzará a implementarse un mes después. La ministra de Economía convocó para ese día a las cuatro entidades del campo con representación nacional, a los frigoríficos, consignatarios y demás actores de la industria de la carne para informarles las ideas fuerza del Gobierno. A partir de esa reunión, se abrirá una instancia de quince días para que los empresarios acerquen propuestas y planteen sus observaciones a la iniciativa del Ejecutivo. Tras ello, los funcionarios se tomarán otras dos semanas para darle al programa su forma definitiva. El objetivo final es producir un fuerte aumento de la producción ganadera que resuelva el problema de fondo de los precios al mercado interno.

El otro anuncio que daría Miceli ante los empresarios es que durante esa semana se liberarían los containers demorados en el puerto, llenos de carne para ser exportada a Europa. Son 330 embarques, con un piso de 10 toneladas por container. Desde el Palacio de Hacienda indicaron que la restricción “muy probablemente” será levantada en el transcurso de los próximos días. Este es el reclamo más urgente de los frigoríficos, que advierten por el vencimiento de la mercadería. Anteayer, el presidente de Quickfood, Luis Bameule, le reprochó a la ministra que la industria de la carne “ya cumplió con su parte del acuerdo y bajó los precios, y ahora el Gobierno debe cumplir la suya”. Las palabras del empresario marcaron el momento más tenso de la reunión de la ministra con los ejecutivos de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).

Bameule señaló que la vida útil de la mercadería retenida en la Aduana vence entre 40 y 60 días. Además, manifestó que Argentina tiene plazo hasta el 30 de junio para enviar a Europa 4000 toneladas de Cuota Hilton y si no se llega a tiempo, se hace pasible a una penalidad de la Unión Europea que consistiría en una baja de ese cupo para el próximo año.

El lanzamiento del plan ganadero es una forma de amortiguar el conflicto con la industria de la carne. Uno de los argumentos repetidos por los empresarios es que en lugar de bloquear las exportaciones y forzar acuerdos de precios, el Gobierno debió preocuparse primero en incrementar la producción del sector. Asimismo, plantean que esas medidas del Ejecutivo desalientan la actividad ganadera, por lo que, a largo plazo, caerá más la producción y subirán los precios. Todas esas observaciones quedarán en abstracto a partir del martes, cuando Miceli dé el puntapié inicial a la elaboración del plan ganadero.

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, utilizó la presentación del mismo programa como herramienta de negociación con las autoridades de Carbap. El funcionario les pidió que no se sumen a aquellos que proponen un paro nacional agropecuario. La medida de fuerza la impulsan dirigentes de la Tercera Región (Córdoba, San Luis y las provincias del NOA) de Confederaciones Rurales (CRA). Carbap es la entidad de mayor peso dentro de CRA, y sin su respaldo, el paro quedaría en la nada.

El plan contendrá medidas de impulso a la producción ganadera con una batería de incentivos fiscales, financieros y tecnológicos. Trabajaron en su elaboración la Secretaría de Agricultura, el Senasa y el INTA. Por el equipo económico participaron las secretarías de Política Económica y Finanzas.

El anuncio llegará en momentos en que se reproducen las asambleas de las bases de las entidades ruralistas para protestar contra el Gobierno. Ayer finalizó en Rosario un encuentro nacional de delegados de la Sociedad Rural, con 150 representantes. En su declaración final se lee: “La Sociedad Rural viene alertando desde hace años acerca del fuerte desincentivo que representa para la ganadería y otras actividades la ausencia de un verdadero plan ganadero”. La entidad figura entre las que fueron convocadas para el martes en el Palacio de Hacienda al encuentro con Miceli. “Ya no existen argumentos para mantener bloqueadas las exportaciones”, dijeron también los delegados. Sobre este punto, la ministra dirá que la flexibilización de la medida será gradual, más allá de la solución al problema de los containers.