El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró esta noche que el gobierno nacional vigilará a las empresas productoras para que la población no tenga problemas con el suministro del gasoil y le exigirá que “importen” si es necesario. El ministro resaltó que “el suministro de gasoil nunca estuvo en peligro, solamente en el momento pico se registró algún faltante en las puntas de distribución, en algunas provincias del norte, y por eso exigimos a las empresas que mantengan al mercado abastecido y, si era necesario, que importen. Si el mercado reclama, el que tiene el monopolio de la producción tiene que importar”. Luego destacó que la situación energética ha mejorado “sustancialmente” respecto de tres años atrás, “cuando nos encontramos con un sistema moderno pero desinvertido, fundamentalmente en materia de transporte”.

“Hemos revertido en más de un 100 por ciento la situación del sector energético en comparación con el año 2003, cuando nos encontramos con un sistema moderno pero desinvertido en materia de transporte”, señaló De Vido en declaraciones radiales. El jefe de la cartera de Planificación aseguró también que en los próximos dos años se registrará una notable mejora en el transporte de gas y ya se cuenta con financiamiento externo para avanzar con los trabajos. “El Banco de Desarrollo Brasileño recientemente otorgó financiamiento para 13 de los 20 millones de metros cúbicos que tenemos previsto ampliar en los próximos años”, adelantó.

En cuanto a las obras ejecutadas durante su gestión, recordó que “el año pasado se llevaron adelante 710 kilómetros de gasoductos y trabajamos en un agresivo plan de licitaciones para líneas de alta tensión, conectando a la Patagonia con el resto del sistema”. “En este momento estamos en camino de construir unos 5000 kilómetros de alta tensión, con circuitos tales como Neuquén-Mendoza, Mendoza-San Juan y la Tercera Línea de Yacyretá”, estimó. Respecto de eventuales problemas con el suministro de energía, el ministro descartó de plano esta posibilidad y aclaró que “el sistema no está en colapso, estamos avanzando al límite de nuestras posibilidades pero con un margen altísimo”.