El convenio salarial más temido por las autoridades del gobierno nacional, el del sindicato de mecánicos (Smata) con las automotrices, se cerró ayer con el anuncio formal de un acuerdo de aumento salarial del 19 por ciento, con vigencia por un año. Luego de dos meses de negociación, el gremio encabezado por José Rodríguez suscribió ayer en el Ministerio de Trabajo el convenio con los representantes de cinco terminales del sector, en presencia del ministro de Trabajo, Carlos Tomada. El gremio, que reclamaba una mejora del 32 por ciento sostenido en medidas de fuerza (ver recuadro aparte), espera obtener de todos modos la diferencia en los convenios particulares que por los adicionales firmará con cada automotriz. El Gobierno, en tanto, pudo exhibir ayer el convenio por el 19 por ciento y mantener así la referencia de ajuste (techo y piso a la vez) para el conjunto de las negociaciones colectivas.

Ese 19 por ciento de referencia surgió como punto de convergencia entre el reclamo del gobierno nacional para aplacar el conflicto social y el límite de concesión de las grandes empresas en esta etapa de fuerte recuperación de las ganancias. Se trata de un acuerdo no escrito, pero indisimulable a partir de lo escuchado en discursos oficiales y posturas públicas de las mayores cámaras empresarias.

El salario promedio conformado (incluye todas las remuneraciones fijas, remunerativas o no) en las terminales alcanzaba, hasta los acuerdos firmados en el 2005, a un nivel promedio de 2345 pesos. Esa cifra ya los ubicaba entre los más elevados de los establecidos en convenios colectivos, y bien por encima de los sueldos promedio que el propio gremio firma en otras ramas. Con los nuevos acuerdos, ese salario conformado promediará los 2800 pesos y, en más de una terminal, va a trasvasar los 3000.

Según un análisis de la Subsecretaría de Programación Técnica de la cartera laboral, el salario conformado en las terminales era, en el 2005, un 56 por ciento superior al firmado por el propio Smata para los trabajadores de las autopartistas, 87 por ciento mayor que el correspondiente a la rama de concesionarios y casi un 100 por ciento mayor (el doble) que los fijados en sectores productores de materias primas.

Pero no sólo frente a otras ramas del complejo automotor sacan ventajas los trabajadores de las terminales. En general, sus remuneraciones se ubican en el tope de los salarios del conjunto de los trabajadores convencionados. De allí que tanto otros gremios como el propio gobierno, le asigne la mayor importancia política a lo que se firme en este sector. No fue casual que, de algún modo, se buscara que su firma fuera la última de este proceso de discusiones salariales.

El acuerdo de ayer fue suscripto por las empresas Ford, General Motors, Volkswagen, Toyota y DaimlerChrysler, y beneficiaría directamente a casi 15 mil trabajadores, según el cálculo gremial. El secretario gremial de Smata, Ricardo Pignanelli, afirmó: “Nuestras metas están cumplidas”. Al referirse a los alcances del convenio firmado ayer, aclaró que “todavía falta determinar cómo quedan las escalas salariales”, pero que si bien es cierto que el entendimiento involucra a todas las terminales, con cada una de ellas se llegará a una modalidad distinta de aplicación.

Aunque escasamente transparente, el compromiso firmado establecería un aumento en el salario conformado del 15 por ciento a abonar en forma remunerativa (sujeta a descuentos y base de cálculo para el aguinaldo y otros beneficios complementarios) y un 5 por ciento adicional a pagar como “no remunerativo”, ambos con vigencia a partir de abril, apuntó Pignanelli. “El aumento es del 20 y no del 19”, corroboró, aunque la información oficial da como cierta la cifra más baja. A partir de ese ajuste base, cada automotriz establecería los adicionales.

Toyota tomó la delantera acordando aumentos que abarcan un período de 24 meses. En el primer año mejorará los salarios de sus trabajadores en blanco en un 32 por ciento, en tres veces (20 por ciento aplicable desde el mes pasado, 6 por ciento en enero próximo y otro aumento igual en abril de 2007). En octubre de 2007 dará un adicional del 4 por ciento y en enero de 2008, otro aumento similar. Así, tras la suba del 32 por ciento en los primeros doce meses, ya anticipa un ajuste del 8 por ciento en los siguientes. Las demás terminales todavía mantienen conversaciones sobre sus respectivos ajustes.