El Gobierno puso en marcha ayer el sistema informativo de precios bovinos que permitirá establecer valores de referencia a nivel nacional para desplazar del centro de la escena al índice del Mercado de Liniers, que hasta ahora venía cumpliendo esa función pese a representar apenas el 16 por ciento de la faena.

En una primera etapa, frigoríficos y matarifes de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba serán los encargados de comunicar en forma diaria los precios de compra y venta de los animales adquiridos. Luego de un período de prueba inicial también se sumarán los consignatarios de hacienda para que todos los actores del sector estén representados. Los primeros datos se conocerán a fin de mes y a partir de entonces la publicación del índice será semanal.

La puesta en marcha del sistema se había decidido a comienzos de marzo, cuando los precios en Liniers parecían imparables y el Gobierno apuntaba todos los cañones hacia el mercado concentrador. En ese momento, desde el Gobierno se cuestionó el sistema de comercialización y los parámetros que se utilizaban como referencia de los precios del sector. Ahora la situación se descomprimió con la baja de casi un 30 por ciento, pero el nuevo indicador cobrará mayor relevancia cuando pasen las heladas y la oferta de ganado disminuya en un contexto de mayor demanda, tal como pronostican los especialistas.

“Creemos que es importante”, aseguró ayer el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina, Miguel Schiariti, quien consideró “necesario” que el precio fijado en Liniers “deje de ser el único valor de referencia”. La medida permitirá evitar oscilaciones bruscas en el precio del ganado en pie “cuando –por ejemplo– por problemas climáticos se achican los ingresos a Liniers y no se puede satisfacer la demanda muy fuerte de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires”, explicó.