Argentina aumentará el precio de los combustibles para vehículos extranjeros en áreas de frontera, en un esfuerzo por interrumpir la salida hormiga por parte de consumidores de países vecinos donde son más caros, anunció el secretario de Energía, Daniel Cameron. “Hemos observado una sobreventa de gasoil en áreas fronterizas equivalente a 1,5 a 2 por ciento del consumo nacional”, unos 120.000 metros cúbicos en los últimos seis meses, dijo el funcionario en una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno.

Cameron reveló además que “algunos camiones de países vecinos se habían equipado con tanques adicionales, de modo que en lugar de la carga normal de 250 a 300 litros de gasoil, cargaban mil litros o más”. Indicó que “en general, daría la impresión de que se está estableciendo un comercio hormiga con combustibles”, evitando hablar de contrabando. Las fronteras con más problemas, por su extensión y la fluidez del tráfico, son las de Brasil y Chile.

La medida provocó la inmediata reacción del gobierno chileno, con el que ya la semana pasada se generaron algunos roces a raíz de la comunicación de parte de las autoridades argentinas de subir las retenciones a las exportaciones de gas natural. Alejandro Foxley, canciller del gobierno trasandino, calificó de discriminatoria la medida dispuesta sobre los precios de los combustibles y acusó a las autoridades argentinas de “no integracionista”.

Cameron informó que los vehículos de otros países serán aprovisionados en surtidores diferenciados en las estaciones de servicio, cuyos propietarios deberán a su vez tributar por esas ventas impuestos más elevados que por el resto de su facturación. Los automovilistas con autos de patente extranjera “se van a encontrar con que habrá un surtidor, que tiene que ser independiente de los demás, con precios similares a los que pagan en su país”, explicó, en simetría al que pagan los automovilistas argentinos en esos mismos países limítrofes. Los argentinos que viven cerca de las fronteras no serán afectados por la medida, según remarcó el secretario.

La medida gubernamental intenta paliar un problema que se acentuó en el último año, complicando el normal abastecimiento de gasoil por parte de las petroleras a los estacioneros ubicados cerca de la frontera. La creciente demanda incluso obligó a la importación del combustible, afectando el negocio de refinerías y expendedores, ya que el mercado interno mantiene una situación virtual de precios administrados.

Datos relevados por las petroleras indicaron que en las estaciones de servicio de frontera la demanda de combustibles en general, y de gasoil en particular, aumentó entre 30 y 40 por ciento respecto del promedio registrado un año atrás. La demanda de combustibles líquidos por parte de vehículos extranjeros en Argentina comprende tanto unidades particulares como camiones y unidades de transporte de pasajeros.

El secretario de Energía anunció esta decisión en la Casa Rosada, luego de una reunión que mantuvo con el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

En Brasil el litro de gasoil se paga hoy 0,86 dólares y el de nafta súper 1,21 dólares, mientras que en Chile el litro de gasoil cuesta 0,91 dólares y el de nafta especial 1,184 dólares. En el caso de Uruguay, el valor de nafta súper promedia 1,34 dólares y el gasoil está en 0,908 dólares, en tanto que en Paraguay la nafta súper se paga 0,919 y el gasoil 0,682 dólares. Las diferencias de esos valores con los que se aplican en Argentina son significativas, ya que en nuestro país el litro de nafta súper ronda los 0,62 dólares y el de gasoil los 0,47 dólares.

El funcionario evitó calificar como “contrabando” la compra de combustibles en estaciones de frontera de parte de residentes en países vecinos. “Lo que se busca es adecuar de la mejor manera el abastecimiento interno de combustibles y no que por una ventaja económica exista una exportación informal”, acotó el funcionario. El precio diferencial, explicó, “se fijará según el del país vecino, y estará vigente para vehículos con patentes no correspondientes a la Argentina, por lo que se diferenciará en módulos distintos de atención –por los impuestos– y obviamente esto no afectará la carga del conductor nacional”.