La crisis en Medio Oriente volvió a convulsionar los mercados. El barril de petróleo alcanzó un nivel sin precedentes, superando los 77 dólares, y los recintos bursátiles temblaron. Tal como había ocurrido 48 horas atrás, el mercado argentino se mantuvo ajeno a la agitación: las acciones mostraron una leve recuperación, el dólar se mantuvo en 3,10 pesos para la venta, y el Banco Central embolsó 35 millones de dólares.

El temor a que prosiga la escalada bélica en Medio Oriente impactó en el precio del crudo. El barril tipo WTI, utilizado como referencia para el mercado argentino, llegó a tocar los 78,40 dólares durante la jornada pero finalmente cerró en 77,03. Fue otro record histórico, con 33 centavos más caro que el día anterior.

El record del petróleo en términos nominales también se da si se compara con la serie histórica en dólares constantes. Una investigación de la Agencia de Energía de los Estados Unidos demuestra que, en dólares del año 2000, el valor actual del crudo se acerca a los 55 dólares. En la crisis petrolera de 1981, el crudo tocó un record de 32 dólares, equivalentes a unos 53,8 dólares del año 2000. Desde Viena, los países productores nucleados en la OPEP interpretaron que, además de los hechos bélicos, se asiste a una ola de especulación en el mercado que distorsiona el precio del barril.

El encarecimiento del crudo impulsó levemente a las acciones del sector. Junto con la Bolsa de San Pablo, el recinto de 25 de Mayo y Sarmiento quedó al margen de las caídas, con un volumen de negocios exiguo, de apenas 36 millones de pesos. Wall Street, en cambio, sintió el golpe. Los inversores creen que la suba del petróleo mellará el poder adquisitivo de los consumidores, y la economía estadounidense, que se encuentra en un proceso de suave enfriamiento, podría desembocar en una recesión con inflación. Hay un dato a tener en cuenta: los automóviles de Estados Unidos consumen el 11 por ciento del petróleo mundial, de modo que toda alza del precio de la gasolina equivale a un recorte en el poder de compra de los consumidores.

En este contexto, el índice Dow Jones cayó 1 por ciento y el tecnológico Nasdaq, el 0,8. Con este retroceso, la bolsa de Nueva York perdió en cuatro ruedas las ganancias acumuladas desde comienzos de año. En un contexto de mayor cautela por parte de los inversores internacionales, hubo dos activos que se revalorizaron, y que son los preferidos cuando hay incertidumbre y se prioriza la reserva de valor: los bonos del Tesoro americano y el oro. La onza recuperó 2,1 por ciento, terminó en 668,10 dólares, su máximo nivel en los últimos dos meses.