Si hay algo que dejó en claro el Coloquio de IDEA es que el crecimiento económico no está bajo cuestionamiento. Una rotunda mayoría de empresarios sostuvo que el ciclo económico tiene buenas perspectivas para el próximo año. Según la encuesta, realizada por la consultora D’Alessio Irol, el 84 por ciento de los ejecutivos consultado observa la situación económica del país “de estable a creciente”, mientras que el 83 por ciento percibe en forma positiva la marcha del modelo.

El relevamiento de D’Alessio Irol ya es un clásico de la cumbre empresaria. Se realizó en las últimas 20 ediciones. Esta vez se consultó a 250 ejecutivos durante el mes pasado. Para ellos, el 2007 tiene todo para ser otro año floreciente.

La encuesta también incluyó preguntas sobre las expectativas para la segunda parte de este año. Un 56 por ciento aseguró que la economía se mantendrá estable respecto del período enero-junio, mientras que un 25 por ciento dijo que habrá un “moderado” mejoramiento. Apenas un 2 por ciento apuntó que el escenario empeorará.

El optimismo de los empresarios no debería llamar demasiado la atención si no fuera por la incertidumbre que existe a nivel internacional. La política monetaria que aplicará la Reserva Federal (banca central estadounidense) todavía resulta una incógnita. Sin embargo, los empresarios no contemplaron ese aspecto y se mostraron optimistas, tal cual el año pasado, cuando habían vaticinado un 2006 venturoso.

Optimistas en la evolución de la economía, los ejecutivos dijeron que esperan incrementos en el monto de las inversiones, las ventas y el nivel de empleo en el sector privado, a partir de una mayor demanda interna.

Respecto de la rentabilidad hubo una división en las percepciones. Un 40 por ciento de los relevados contestó que el año que viene ganarán menos que en 2006. Un 26 por ciento señaló lo contrario –que embolsarán más dinero– y el 34 por ciento tiene expectativas de que el 2007 será similar al año que está transcurriendo.

La encuesta, que en otros años relevó también la percepción que tenían los empresarios sobre la inseguridad, no contempló en esta oportunidad temas como la política de acuerdos de precios que lleva adelante el Gobierno ni las retenciones que pesan sobre las exportaciones de determinados productos.