El dólar volvió a costar 3,11 pesos en las casas de cambio por primera vez en dos meses. A su vez, en el segmento mayorista, la cotización se ubicó en su nivel más alto en tres años y medio, a 3,0970 pesos. Sin embargo, hubo un dato que en la city no pasó desapercibido: el Banco Central, que venía auspiciando una sutil suba del tipo de cambio, se corrió ayer del mercado –dejó de intervenir–, dando una clara señal a los operadores de que se siente cómodo en los niveles actuales y que, al menos en el corto plazo, no habilitará alzas adicionales. De hecho, en el mercado de futuros tomaron nota de esta situación y se produjo un retroceso en la cotización.

Tanto el último viernes como ayer, el dólar subió un centavo cada día ante el freno en la entrada de divisas desde el extranjero. Adicionalmente, a nivel local, se notó una mayor demanda por parte de empresas, algo que ocurre habitualmente hacia fin de mes, y ante una compra puntual de billetes verdes que hizo la Secretaría de Energía, que necesita dólares para pagar la importación de bienes de capital.

Habitualmente agosto se presenta como un mes con poca actividad cambiaria. Este año fue atípico: por la calma en el escenario financiero internacional se dio una oleada de dólares desde el exterior. El Banco Central compró 1200 millones de dólares hasta el viernes 18, con el objetivo de seguir acumulando reservas. Si bien esa estrategia no tuvo ningún impacto en las casas de cambio, impulsó un encarecimiento en el mercado mayorista, donde el dólar pasó de 3,070 a 3,0970 pesos. El alza de casi tres centavos terminó en el mayor nivel desde marzo de 2003.

Ayer, hacia el final de la rueda, hubo una pulseada entre la mesa de operaciones del Banco Central y los operadores de la city. Entre éstos aguardaban que, tal como viene haciendo sistemáticamente, el BC comprara dólares para acumular reservas. Sin embargo, eso no ocurrió. No hubo intervención del Central, lo que se tradujo en una señal de que Martín Redrado privilegia mantener sin demasiada volatilidad la paridad cambiaria antes que embolsar billetes a precios más elevados.

En la city tomaron nota de esa decisión: en los mercados de futuros, donde el dólar llegó a cotizar 3,1020 a mitad de la rueda, cerró dos milésimas más abajo, a 3,100, a las cuatro y media de la tarde. Al respecto, había consenso en el microcentro porteño y en algunos despachos oficiales: para hoy se aguarda un mercado más tranquilo, donde el dólar terminará igual, o incluso por debajo, del cierre de ayer.

La mayor oferta de divisas durante la primera quincena le permitió al Central seguir engrosando las reservas, que ya se encuentran en 27.250 millones de dólares. A Redrado le faltan apenas 870 millones para alcanzar el mismo nivel que existía cuando la Argentina saldó su deuda con el Fondo Monetario. En Reconquista 266, sede del Banco Central, aseguran que si bien el objetivo es acumular todos los dólares que se puedan, eso no implicará que se lleve a cabo habilitando una suba del tipo de cambio por presiones del mercado. Ayer, el BC dio una muestra de que se quiere mostrar como el dueño del mercado cambiario. La especulación en los pasillos de la autoridad monetaria es que la meta de recuperar las reservas se cumplirá antes de fin de año. Algunos funcionarios arriesgan que ello podría suceder a principios de noviembre, y no antes, ya que en el medio la Argentina tiene que pagar deudas con el BID, el BM y el Banco de Basilea.