El alejamiento de Alfredo Mc Loughlin a muy corto plazo del cargo que ocupa al frente de la Secretaría de Finanzas ya es un hecho, según confirmaron ayer diversas fuentes oficiales. La decisión ya le fue comunicada a la ministra de Economía, Felisa Miceli, hace exactamente una semana, el jueves pasado. Pero la información recién se haría pública al regreso de Mc Loughlin de Australia, donde participará, junto a Martín Redrado, de la Reunión del Grupo de los 20. En tanto, ya se ha desatado una puja por ocupar el lugar que deja vacante. Ya se mencionan posibles candidatos y hasta hubo a quienes se les ofreció el cargo, incluso desde carteras distintas a la de Economía. Adelmo Gabbi, titular de la Bolsa de Comercio, habría sido uno de los primeros en ser tentados, pero también uno de los primeros en ser descartados, agregan otras fuentes.

El actual titular de Finanzas definió su alejamiento luego de evaluar, con su familia, el costo para su salud de seguir en la función, debido a sus afecciones coronarias. “La mujer terminó convenciéndolo”, confían. Mc Loughlin partió ayer, junto a Redrado, rumbo a Melbourne, para participar en la reunión anual del G-20. En el encuentro intervienen presidentes de bancos centrales y ministros de Economía o funcionarios de primer nivel de esa cartera, de los países desarrollados y otros de mediano desarrollo con peso en la economía de sus respectivas regiones. En el evento de este año se espera la intervención de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, y Jean-Claude Trichet, titular del Banco Central Europeo, como las figuras más prominentes.

El encuentro tiene importancia política, dado los cuestionamientos a que han sido sometidos en tiempos recientes los organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, en relación con las crisis económicas y financieras sufridas por los países asociados. Redrado y Mc Loughlin llevan, como consigna, sumar la posición argentina a esas críticas y defender, a su vez, las políticas contracíclicas asumidas por la actual administración en materia de acumulación de reservas internacionales y renegociación de vencimientos y montos de deuda. Esa será, en definitiva, la última gestión de trascendencia de Mc Loughlin como secretario de Finanzas. Mientras Redrado continuará viaje en Sydney, donde tiene previsto participar de la Reunión Anual de Gobernadores del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, el lunes 20. Para esa fecha, Mc Loughlin ya estará de regreso en Buenos Aires para hacer efectivo el abandono del cargo.

Desde que el todavía secretario de Finanzas comunicó su decisión, empezaron los movimientos para posicionar rápidamente un reemplazante. Una versión no desmentida indica que desde el piso 11 del Palacio de Hacienda (Ministerio de Planificación) partieron no menos de tres propuestas a diferentes personalidades para ocupar el cargo. Una de ellas habría tenido como destinatario a Adelmo Gabbi, actual titular de la Bolsa de Comercio, hombre del sistema financiero disciplinadamente alineado con el kirchnerismo. Sin embargo, desde el mismo momento que se lo mencionó surgieron los cuestionamientos. “No tiene el perfil para esta etapa, donde el eje de la función no pasa por la colocación de bonos en el mercado”, señalaron con un dejo de prejuicio desde otros despachos públicos. El propio Gabbi habría rechazado amablemente la propuesta proveniente de allegados a Julio De Vido.

Mientras en otros ámbitos continuaba activa la búsqueda de reemplazante para Mc Loughlin, en el quinto piso (asiento de la ministra de Economía) observaban los movimientos casi con displicencia. Recordaban que, tal como ocurrió en diciembre de 2005, cuando asumió Miceli como ministra, la designación del secretario de Finanzas correrá por cuenta del Presidente de la Nación. Esta vez, aseguran, será igual. Y el jefe del Ejecutivo ya le habría transmitido a Miceli que tiene definido el reemplazante, aunque sin adelantarle el nombre. Disputar el espacio vacante, aseguran desde el quinto piso, es un esfuerzo inútil. Sin embargo, desde otros ámbitos seguían las especulaciones. La semana próxima se podrá saber quién tenía “la precisa”.