El tercer día del paro agropecuario se hizo sentir fuerte en el Mercado de Liniers, donde ayer sólo ingresaron 1933 cabezas, provistas en un 85 por ciento por las Fuerzas Armadas. La cifra se ubicó claramente por debajo de las 11 mil que se suelen comercializar los martes. Sin embargo, los frigoríficos faenaron 49.744 animales acumulados en sus corrales durante los días previos a la huelga, un 40 por ciento de lo habitual, para intentar dejar en claro que no faltará carne ni aumentarán los precios, tal como aseguró el Gobierno. Mientras tanto las negociaciones para intentar encontrarle una solución al conflicto continúan estancadas y desde Confederaciones Rurales Argentinas dejaron trascender que evalúan la posibilidad de extender el lockout más allá del lunes.

Manuel Cabanellas, titular de Carsfe, entidad integrante de CRA, aseguró ayer a Página/12 que “los productores están evaluando prorrogar el paro, porque la forma de expresarse de la ministra Miceli atenta contra la búsqueda de una solución. Si hablamos con racionalidad la situación se puede superar, pero si politizamos todo, el conflicto seguirá”. El dirigente agregó que “la distorsión de los mercados no es un problema ideológico, sino una práctica oficial que les hace el caldo gordo a los sectores más concentrados de la economía”, en referencia a los frigoríficos y los exportadores.

La ministra de Economía, en cambio, volvió a resaltar ayer que “desde el Gobierno se les ha dado muchísimo a los hombres del campo. Un tipo de cambio que los beneficia, gasoil barato y fertilizante y agroquímicos con rebajas de IVA. ¿Acaso hay un intervencionismo bueno cuando los favorece a ellos y uno malo cuando tienen que poner para que el resto de la sociedad esté tranquila?”. La posibilidad de una extensión del paro no fue analizada públicamente por la funcionaria, pero fuentes de Economía señalaron a este diario que consideran difícil que todo el ruralismo se ponga de acuerdo para extender la protesta. “Ellos tienen diferencias y una decisión de ese tipo podría llegar a quebrar a la propia CRA”, resaltaron.

Una de las diferencias internas se observó ayer con las declaraciones de la dirigente de Carbap, Analía Quiroga, quien aseguró, tomando distancia de lo declarado por la mayoría de los directivos rurales que criticaron a Miceli, que “es cierto que el problema es político e ideológico. El campo y el interior tienen una ideología distinta que la del Gobierno. Es un problema de política económica, no de políticas sectoriales”. En Economía celebraron esa declaración que, según dicen, “deja en evidencia los verdaderos motivos de la huelga”.

Además, desde el Palacio de Hacienda aseguraron que los frigoríficos están reponiendo parte de los animales que estuvieron faenando ayer y el lunes con compras directas acordadas con productores. Según la versión oficial, algunos ganaderos que no se animan a enviar ganado al Mercado de Liniers están vendiendo de manera directa, incentivados por el ahorro que representa no tener que pagar la comisión del consignatario y el flete, cargo que es asumido por los frigoríficos en este tipo de operaciones.

Las fuentes del campo consultadas por este diario negaron esa posibilidad al asegurar que, para realizar operaciones de venta directa, los productores deben solicitar en la oficina del Senasa, ubicada en cada distrito, el Documento de Tránsito Animal (DTA) que les permite movilizar el ganado. “Si se hubieran pedido muchos DTA, nos habríamos enterado”, aseguró un dirigente huelguista, quien también destacó la paralización de los mercados de cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca, Quequén y Rosario, como muestra de contundencia.

Además de mantener la huelga, los productores continuarán movilizándose en los distintos pueblos del interior. CRA y Federación Agraria realizarán hoy una asamblea en la localidad cordobesa de Bell Ville. Mientras que cerca de doscientos directores y delegados de la Sociedad Rural se reunirán en su sede de la calle Florida para evaluar la situación e intentar consensuar una propuesta para elevarle al Gobierno.