El crecimiento económico y la desaceleración de la inflación posibilitaron una fuerte baja en los índices de pobreza e indigencia, según un estudio de una consultora privada. En el tercer trimestre del año pasado, la pobreza afectó al 26,4 por ciento de la población, contra un 31,4 por ciento del primer semestre. Mientras que la indigencia disminuyó de 11,2 a 8,7 por ciento en el mismo período. La información surge de un trabajo elaborado por la consultora Equis donde se procesan datos del Indec no publicados, pues el organismo oficial sólo difunde la evolución semestral, que recién estará disponible en la segunda quincena de marzo. Hasta entonces, en el Gobierno prefieren no adelantar una opinión sobre el tema.

Artemio López, director de Equis, aseguró a Página/12 que la baja de la pobreza “se explica fundamentalmente por la suba de los salarios, tanto de informales como formales, y el control de precios que posibilitaron la recuperación del poder adquisitivo de las familias”. En el tercer trimestre de 2006, destaca el informe, los sueldos aumentaron 5,5 por ciento y la inflación minorista trepó un 2,1 por ciento, siendo apenas de 0,2 por ciento la variación experimentada por los precios de la canasta básica de alimentos. Además se aclara que la generación de empleo no tuvo mayor incidencia en la baja por haber permanecido estancada.

La mejora de los indicadores le permitió salir de la pobreza a 1,7 millón de personas entre el segundo y el tercer trimestre, mientras que 678 mil personas dejaron de ser indigentes. Una vez descontadas, todavía quedan 10,1 millones bajo la pobreza y 3,3 millones en la indigencia. Una cifra alta, pero significativamente inferior a la registrada en el segundo trimestre de 2003 cuando 20,1 millones de personas eran pobres (54,7 por ciento) y 9,7 millones indigentes (26,3%).

El informe muestra también la evolución por región con relación al segundo trimestre de 2003 y allí se destacan los partidos del conurbano donde la pobreza disminuyó 32,6 puntos. En segundo lugar quedó la región de Cuyo con una baja de 30,5 puntos y tercera la región pampeana con 29,9. En cuanto a la indigencia, la mayor caída se registro en la región nordeste con 21,1 puntos, seguida por los partidos del conurbano con 21 y la región de Cuyo con 19,8.

La proyección de Artemio López para el semestre es optimista, pero prevé una suba con relación al dato del tercer trimestre. Su número es 27,1 por ciento. La evolución la explica a partir del comportamiento de los precios y salarios para el cuarto trimestre y sin considerar “el efecto producido por una eventual disminución de la desocupación en el cuarto trimestre (estimada en un punto porcentual)”. El informe destaca que en el último trimestre de 2006, la relación entre la evolución de los salarios y los precios minoristas ha sido más ajustada (5,05 versus 2,62, respectivamente), que la observada en el tercer trimestre al tiempo que los precios de la canasta básica alimentaria se dispararon al sumar un 5,8 por ciento.

En el Gobierno esperan que los indicadores sigan bajando, pero prefieren no realizar comentarios sobre datos trimestrales o proyecciones privadas. En el primer caso porque consideran que no corresponde hacer análisis con datos parciales y, menos aún, comparar esos datos con los del semestre anterior. En lo que refiere a las proyecciones, con la abstención buscan evitar convertirse en comentaristas de los análisis formulados por las numerosas consultoras que integran el mercado.