Parte por la mayor actividad económica, parte por la suba de precios, en particular del turismo, la recaudación tributaria aumentó durante enero un 30,2 por ciento en relación con el mismo mes del año pasado. Si este resultado se proyecta en el resto del año, los 14.535 millones de pesos que ingresaron a la Administración Federal de Ingresos Públicos permiten suponer que sobrecumplirá la meta de ingresos prevista en el Presupuesto nacional, ampliando el margen de que dispone el Gobierno para manejar fondos discrecionalmente.

Los auspiciosos números fueron anunciados ayer en la Casa de Gobierno por la ministra de Economía, Felisa Miceli, escoltada por Alberto Abad, titular de la AFIP. Según destacó el organismo recaudador en un comunicado, aquel repunte de la recaudación se debe básicamente al buen desempeño del impuesto al Valor Agregado, Ganancias y los aportes patronales, que en conjunto explican el 65,5 por ciento del incremento. La ministra puso el acento en el mayor consumo propiciado por el pago del aguinaldo, el aumento de los aportes patronales –debido al mayor empleo y suba salarial– y los derechos de exportación.

En rigor, la mejora no excluyó a ninguno de los tributos que integran la matriz de ingresos. En comparación con enero del 2005, el IVA aportó adicionalmente casi 1000 millones de pesos (27,6 por ciento más); en el caso de Ganancias, el monto llega a 593,8 millones (24,7 por ciento); Contribuciones Patronales sumó 593 millones (35 por ciento); Derechos de Exportación aportó 282,2 millones (29,2 por ciento interanual) y el impuesto a las Cuentas Corrientes contribuyó con una suba de 169,6 millones (19 por ciento).

“Esto refleja el mayor nivel de actividad económica y la mayor eficacia a la hora de fiscalizar”, dijo Miceli, en Casa de Gobierno, quien difundió los resultados después de entrevistarse con el presidente Néstor Kirchner. “Los que no evadan no tienen por qué preocuparse”, comentó Abad, acompañado por Miceli y el secretario de Hacienda, Carlos Mossé. El cambio de estrategia del anuncio da la pauta de la relevancia política que el Gobierno confiere a la difusión de estos resultados, los primeros de un año fiscal prometedor.

Una razón insoslayable que explica casi todos esos incrementos es la creciente actividad económica, que incluye un mayor nivel de empleo. En este marco de prosperidad también se dan otros fenómenos, como la suba de precios en casi todos los rubros, pero particularmente en el turístico, impulsado por un auge en el consumo característico de enero. A esto se añaden un aumento de las exportaciones y la suba de precios sobre algunos de los commodities que Argentina vende al exterior.

La bonanza es más selectiva si se confronta el resultado obtenido en enero en relación con el que se logró en el mes de diciembre último, ya que hubo algunos impuestos en baja. Entre ellos, el impuesto al cheque (-11 por ciento) y algunos gravámenes sobre los combustibles. Pero son datos que no revierten la tendencia próspera.

Durante todo 2006 se recaudaron 155.008 millones de pesos, muy por encima de los 133.220 presupuestados, una buena performance que se reiteraría este año. De repetirse los buenos resultados de enero durante el resto del 2007, es muy factible que la AFIP pueda sumar bastante más de los 169.000 millones previstos en el Presupuesto nacional, con lo que se estaría nuevamente sobrecumpliendo la meta impuesta por la ley de leyes y que obliga a obtener un ingreso promedio de 14.110 millones por mes, por debajo de lo conseguido en el primer mes del 2006.