Los trabajadores que aportan sólo como monotributistas no tienen que optar entre el sistema de reparto y el de capitalización. El dinero que ponen todos los meses es derivado al Estado, que a cambio se compromete a pagarles la jubilación mínima si se retiran por ese régimen. Esto es así desde que lo dispuso el gobierno de la Alianza a fines de 1999. Sin embargo, el Gobierno analiza qué hacer con los monotributistas que se inscribieron en una AFJP antes de esa fecha y conservan una cuenta en una administradora. Es casi un hecho que serán transferidos a reparto, junto con el dinero capitalizado, que quedaría en poder de la Anses. Es la misma medida que se tomará en relación con los trabajadores que aportan a regímenes jubilatorios especiales, como los docentes o los diplomáticos.

El traspaso de los monotributistas se concretaría el 1º de enero de 2008, con todos los demás. De ese modo, cerca de medio millón de personas que actualmente figuran como adheridas al sistema de capitalización quedarían anotadas en el público. Eso profundizaría el drenaje de afiliados a las AFJP, que contaban con 11,4 millones de inscriptos antes de que se abriera la opción. La salida de docentes, diplomáticos, científicos y demás aportantes a regímenes especiales, sumada a la de los monotributistas y a la de las mujeres mayores de 50 años y hombres mayores de 55 que acumularon menos de 20 mil pesos en una AFJP –pasan automáticamente al Estado–, redondea un número cercano a las dos millones de personas.

Por estas medidas, que todavía no fueron anunciadas oficialmente pero que parecen maduras a nivel político (las referidas a los regímenes especiales y monotributistas), la composición de los sistemas público y privado mostrará de entrada un cambio significativo. De 11,4 millones de afiliados a las AFJP se bajaría a 9,4 millones, mientras que reparto pasaría de dos a cuatro millones de adherentes. A ello habrá que añadir los traspasos voluntarios hacia el régimen estatal, que en una semana superaron los 135.000 (ver recuadro aparte) y para lo cual hay plazo hasta el 31 de diciembre.

El paquete impositivo que diseñó José Luis Machinea cuando era ministro de Economía de la Alianza modificó el régimen del monotributo. Lo hizo más amplio e incluyó una gran cantidad de personas que hasta entonces figuraban como autónomos. Esa reforma eliminó el aporte personal, con lo cual el monotributista empezó a hacer un aporte único. En el capítulo de la seguridad social, realiza contribuciones (salvo que además trabaje en relación de dependencia, con lo que se libra de ese pago) como si fuera su propio empleador. Ese dinero va al Estado. Lo que ya no hace es un aporte previsional independiente. En consecuencia, el monotributista queda asociado al régimen de reparto. Pero sólo con derecho a la jubilación mínima, porque al no efectuar aportes previsionales no se puede calcular la Prestación Adicional por Permanencia (PAP). Por lo mismo, no hay dinero que pueda derivar a una AFJP.

Aquellos que estaban afiliados a una administradora antes de 1999 conservan sus cuentas de capitalización. Las AFJP les envían los resúmenes periódicos con la evolución de su saldo, que se sigue capitalizando, pero es un fondo al que no ingresa dinero extra por aportes obligatorios desde 1999, ya que no existen más. Esas son las cuentas que serían tomadas por Anses y, por lo tanto, desaparecerían.

Una cuestión a resolver es qué ocurrirá con quienes realizan aportes voluntarios a las AFJP. Por lo pronto, las administradoras llevan las cuentas por separado: discriminan entre aportes obligatorios, que para los monotributistas caducaron con la reforma impositiva de 1999, y voluntarios.

En cuanto a los monotributistas que tienen una cuenta en capitalización por aportes realizados como trabajadores en relación de dependencia, la reforma en marcha no contempla cambios en su situación. Esas cuentas seguirán siendo administradas por las AFJP, debido a que los aportes corresponden a otro régimen.

Lo que deben saber todos los monotributistas, más allá de que tengan o no una cuenta en una AFJP, es que la opción entre reparto y capitalización no los incluye. Como se explicó al comienzo, figuran en reparto con derecho a la jubilación mínima.