El Gobierno presentó ayer el primer borrador del Plan Productivo, cuya versión definitiva debería estar lista para el último trimestre. El objetivo declarado es definir estrategias y políticas concretas para consolidar un modelo de desarrollo. Ya superada la crisis, establecidas bases macroeconómicas sólidas, el paso siguiente es diseñar instrumentos que permitan afianzar el crecimiento, según explicó Felisa Miceli. El acto fue encabezado por Néstor Kirchner. “Calculo que el 10 de diciembre la Argentina saldrá del infierno y entonces vendrá el gran debate nacional, que es el debate que están esperando los argentinos”, indicó el Presidente, en referencia al armado del plan de desarrollo.

Kirchner aprovechó el evento para mostrarse junto a sus candidatos en la ciudad de Buenos Aires, Daniel Filmus y Carlos Heller, y también con su vice y candidato a gobernador bonaerense, Daniel Scioli. El resto de los asistentes eran ministros de Producción, Economía y demás funcionarios de todas las provincias, reunidos en el Consejo Federal de la Producción. Miceli expuso los ejes centrales del plan, resumido en 49 carillas.

Como se indica desde el título, por ahora lo que hay es un primer borrador, lineamientos generales sin definiciones específicas sobre cómo alcanzar, a través de qué medidas, los objetivos buscados. Esa etapa, señaló la ministra, comienza ahora. Se fijó un plazo de 60 días para que las provincias eleven sus propuestas a Economía. Cada distrito deberá identificar sectores a promover y sugerir iniciativas sobre cómo lograrlo. A su vez, el borrador será distribuido entre las cámaras empresarias y a la academia para que cada uno haga sus aportes.

El documento está dividido en dos secciones. En la primera se presentan los “logros macroeconómicos” obtenidos hasta el momento. “Ya no se puede hablar de rebote y todo lo demás”, sentenció Kirchner. “Tenemos superávit fiscal, superávit comercial, crecimiento de la recaudación, crecimiento de la industria, crecimiento del Producto Bruto de más del 40 por ciento. Tenemos un 15 por ciento más de riqueza que en 1998”, agregó, resumiendo lo que son más de 25 carillas del plan en su parte descriptiva de lo que ocurrió los últimos cinco años. El segundo capítulo plantea la “estrategia productiva”.

Allí se menciona que es primordial elevar las exportaciones: “El sostenimiento del ritmo de crecimiento de las exportaciones requiere, como condición necesaria (aunque no suficiente), mantener un tipo de cambio real competitivo”, define. Las metas generales son consolidar un modelo que garantice un crecimiento sustentable, que genere más y mejor empleo, que mejore la distribución del ingreso y que exista un equilibrio regional.

En relación con el último punto, Kirchner fue enfático al señalar que “la Argentina del Norte fue condenada: la condenaron a no crecer (...) y ustedes saben que cuando alguien cae en la exclusión es muy difícil de recuperar”. Una misión del plan es superar esa situación. El plan también señala la existencia de sectores a desarrollar, avanza en la definición de que el Estado debe tener un rol activo en la economía y menciona la necesidad de elevar las exportaciones y la inversión. El próximo paso deberá ser traducir esos objetivos en vías de acción.