Hugo Chávez no participará de la Cumbre de presidentes y ministros del Mercosur que hoy dará comienzo en el coqueto Yacht Club ubicado a la vera del río Paraguay. Sin embargo, la demora del Parlamento de Brasil para aprobar el ingreso de Venezuela al bloque genera todo tipo de especulaciones. “Si la incorporación se posterga indefinidamente estaríamos generando una situación compleja para el cumplimiento de los acuerdos. Muchas veces hay normas que no se terminan de internalizar y esa es una de las cuestiones que nos lleva a discutir cómo perfeccionar el sistema, pero quiero creer que en algún momento va a madurar la voluntad para sumar al nuevo socio”, aseguró ayer el subsecretario de integración económica de la Cancillería, Eduardo Sigal, ante un grupo de periodistas. Además, agregó que ése no es el único punto que está faltando para cumplimentar la adhesión, pues Chávez todavía no consensuó un cronograma de liberalización comercial con Argentina y Brasil.

La incorporación de Venezuela al Mercosur se anunció con bombos y platillos en diciembre de 2005. En mayo del año siguiente Chávez dio un paso más al firmar “un protocolo de adhesión” donde aceptó el Tratado de Asunción que dio origen al bloque. Ese protocolo debía ser ratificado por los Parlamentos de los cuatros socios históricos. Argentina y Uruguay lo hicieron rápidamente, pero ni Brasil ni Paraguay avanzaron. El caso paraguayo tiene como atenuante el fuerte conflicto interno que atraviesa su Parlamento, pero lo de Brasil es producto del rechazo que genera Chávez en vastos sectores de la principal potencia económica de la región.

La situación se agravó hace algunas semanas, cuando Chávez acusó al Senado brasileño de repetir “como loros” las posiciones de Estados Unidos, luego de recibir un documento de los legisladores que le pedían la reapertura del canal venezolano RCTV. Algunos analistas críticos de Chávez sostienen que el tratamiento del protocolo en Brasil se congeló por el exabrupto, pero lo cierto es que la situación ya venía empantanada.

El faltazo de Chávez a la Cumbre generó más suspicacias. Fuentes del gobierno argentino destacaron ayer a este diario que el rango de los funcionarios que envíe Venezuela será determinante para precisar mejor la gravedad de la situación. El presidente Néstor Kirchner desea que el diferendo se salde lo antes posible e intentará mediar entre las partes, pero Lula no parece ser el problema.