Para el Indec, el costo de la canasta básica de alimentos aumentó, durante los primeros cinco meses del año, sólo 3,3 por ciento. Según un estudio independiente, elaborado por la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), la misma canasta se encareció entre enero y mayo 15,4 por ciento, casi cinco veces más. El dato de la canasta básica de alimentos es clave para la medición de la pobreza.

La consultora dirigida por Ernesto Kirtz se propuso hacer un relevamiento independiente de precios sobre la misma canasta (en componentes y cantidades) que elabora el Indec. El resultado marca un abismo con la medición oficial: 15,4 por ciento de aumento en los primeros cinco meses del año contra apenas 3,3 por ciento. Semejante diferencia “no puede explicarse por discrepancias en las muestras ni por calidades no comparables de productos”, aclara el informe.

De hecho, valuando esta canasta básica con los precios de las segundas y terceras marcas, habitualmente consumidas por los sectores de menores ingresos, la suba registrada por la medición independiente sería todavía mayor: 16,7 por ciento. “La medición alternativa tiene un número necesariamente limitado de observaciones, pero una adecuada diversidad de fuentes de recolección de datos (supermercados, autoservicios)”, agrega el documento del SEL. Más aún, la evidencia de la correcta aplicación del método y la comparabilidad de las canastas es que la valuación de la canasta en el mes base (diciembre de 2006) difiere en menos de 2,50 pesos (apenas 1,8 por ciento) de la publicada por el Indec para ese mismo mes.

La conclusión es entonces directa: “Parece haber algún problema no estadístico en la valuación de la canasta básica de alimentos del Indec a partir de enero”, dice con lenguaje cauto el informe. En otros términos, los retoques en los números de inflación del Indec, en el caso de los alimentos, fueron notorios a partir de la intervención del área precios del organismo por parte de Beatriz Paglieri, la funcionaria nombrada por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

En algunos productos, las diferencias en la evolución de los precios entre la medición oficial y la privada son groseras. Según el Indec, en los primeros cinco meses del año, la papa aumentó 13,7 por ciento, el zapallo 20,6 por ciento y la lechuga, 15,8 por ciento. Para la consultora privada, en cambio, las subas fueron de 55,5 por ciento (papa), 66,7 por ciento (zapallo) y 175 por ciento (lechuga). En la medición oficial, la carne picada subió 1,3 por ciento, contra un 58,6 por ciento en la privada.