Lun 09.07.2007

ECONOMíA

La leche, ese bien escaso en las góndolas de los hipermercados

Un relevamiento de este diario en veinte supermercados de la Capital mostró un notorio faltante de las leches en sachet, aunque hay suficiente oferta de las presentaciones más caras.

› Por Fernando Krakowiak

A fines de mayo, la ministra de Economía, Felisa Miceli, se reunió con productores e industriales del sector lácteo para solicitarles que garanticen el abastecimiento en los comercios. “No me preocupa si una vecina de Barrio Norte va a comprar queso azul y lo encuentra más caro, pero deben asegurar la provisión de leche a precios accesibles”, les advirtió. Un mes y medio después, la leche sigue escaseando y la Secretaría de Comercio Interior no anunció ninguna sanción. Página/12 realizó un relevamiento durante el fin de semana en veinte supermercados de Capital Federal pertenecientes a distintas cadenas y sólo una sucursal de Coto tenía leche entera La Serenísima y Sancor en sachet. Los faltantes se registran en las versiones básicas, sobre las cuales rige el acuerdo de precios. El resto de las presentaciones, donde los márgenes de ganancia son más amplios, están disponibles en todos los comercios.

El relevamiento realizado por este diario incluyó sucursales de los supermercados Coto, Jumbo, Disco, Carrefour, Día y Leader Price ubicadas en los barrios de Belgrano, Palermo, Villa Crespo, Almagro, Once y Congreso. En las cadenas de descuento como Día y Leader Price sólo había unos pocos sachets de leche de marcas propias o de segunda categoría como La Suipachense. En el resto de las cadenas las opciones disponibles eran variantes más caras de La Serenísima como las leches Infantil, Desalactosada, Fortificada con hierro, Extra calcio, Serecol con jugo y Crecer, entre otras. Por ejemplo, en el Jumbo Almagro, ubicado en Guardia Vieja y Yatay, ayer por la tarde había un cartel en la góndola de lácteos que decía: “Por motivo de desabastecimiento el proveedor Mastellone no entregó la totalidad de la leche sachet”. Lo que supuestamente habían entregado ya no estaba y en su reemplazo se encontraba la variante en botella que cuesta 2,40 pesos, un 50 por ciento más. En el Carrefour Express de Rivadavia al 2200 no había cartel, pero el repositor les informaba a los clientes que no había leche en sachet de ninguna marca porque “los distribuidores no entregan”. La única excepción fue la sucursal de Coto, ubicada en Malabia al 100, que ayer al mediodía tenía diez sachets de La Serenísima y tres de Sancor junto a marcas propias como Ciudad del Lago. “De Sancor nos entregaron sólo dos cajones con cerca de 30 sachets en total”, destacó resignado un repositor.

En un primer momento se acusó a los industriales de privilegiar la exportación de leche desabasteciendo el mercado interno. Para refutar la versión, los empresarios difundieron las estadísticas de las exportaciones de leche en polvo, donde podía verse una fuerte caída motivada por el desaliento que genera el precio de corte fijado por el Gobierno, a partir del cual todo el excedente pasa a formar parte de un fondo para los productores. Según los industriales, los faltantes eran una consecuencia de la inundación de las principales cuencas lecheras ubicadas en Santa Fe, pero como los problemas siguieron cuando se escurrió el agua, le asignaron la responsabilidad al crecimiento del consumo (que en los últimos dos años subió de 190 a 210 litros anuales per cápita). Ahora también sostienen que la escasez se debe a la crisis energética que supuestamente los obliga a parar la producción. Sin embargo, las gran variedad de leches con mayor valor agregado disponible en las principales cadenas demuestra que la industria ha privilegiado las opciones que le otorgan un mayor margen de ganancia.

El suplemento Cash detalló a comienzos de abril que las principales marcas de alimentos y artículos de primera necesidad aceleraron su ritmo de lanzamientos para esquivar los controles de precios con productos más caros que quedan fuera de los acuerdos firmados con el Gobierno. La Serenísima, por ejemplo, comercializa 29 variedades de leche fresca y la única que escasea notablemente es el sachet común que se comprometió a vender a menos de 1,60 peso. Las versiones Infantil y Ser con jugo de frutas, lanzadas en noviembre del año pasado, están en todas las góndolas, pero se venden a 2,40 y 3 pesos, respectivamente, o más caras aún. La leche Serecol con Jugo, ofertada desde mediados de 2005, está disponible pero cuesta 4,40 pesos. También sobran quesos crema, cuartirolo y pate-grass, que son producidos con leche, pero su precio está por las nubes. El Indec informó está semana que la leche fresca en sachet cuesta 1,59 peso, y que aumentó apenas 3,2 por ciento desde diciembre. El problema es que no se consigue y las alternativas disponibles están hasta un 180 por ciento más caras.

“Nosotros vamos a monitorear que cumplan con el compromiso de garantizar el abastecimiento a los precios acordados. Si no lo hacen, el Estado tiene las herramientas para lograr que se cumplan sus objetivos”, señalaron en Economía a este diario cuando Miceli se reunió con los industriales en mayo. Por ahora todo sigue igual.

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