Dom 12.08.2007

ECONOMíA

“La conducción de la Rural es elitista y oligárquica”

Roque Cassini es abogado, empresario, ganadero y un duro opositor a la conducción de la Sociedad Rural, a la que acusa de llevar la institución a “la decadencia”. Explica que trabajar el campo no es ser un oligarca y que la SRA debería tener “una actitud gremial”.

› Por Marcelo Zlotogwiazda

“La Sociedad Rural Argentina es una institución en decadencia y no democrática” y “tiene una conducción con mentalidad elitista y oligárquica”. Quien lo afirma es Roque Cassini, socio de la entidad y uno de los impulsores de una lista opositora que competirá el próximo 27 de septiembre en elecciones para renovar una cuarta parte del Consejo Directivo que preside Luciano Miguens. Cassini es titular de un estudio jurídico y fue dueño de Radio Splendid, cuya venta le dio el dinero para invertir en el campo. Explota 6000 hectáreas propias y 2000 alquiladas con ganadería y cultivos.

–Lo primero que noté cuando me asocié fue un gran disconformismo en muchos socios. Me di cuenta de que era una entidad muy cerrada, con una Comisión Directiva que se repite hace veinte años. Es una entidad que ha sufrido además una baja importante en el número de socios: había unos 10.000 a 12.000 socios, y si bien los directivos dicen que ahora hay unos 4700 miembros activos si se descuenta los que dejaron de pagar y no están activos, en condiciones de votar hay no más de 1000, 1200 socios a lo sumo. El resto ha ido abandonando porque no se sintieron representados, porque los servicios que ofrece la Rural son malos y caros y porque les es muy difícil participar. Han quedado los que desde la oposición llamamos socios prisioneros.

–¿Qué es eso?

–Son los socios que tienen cabaña, y ellos están prácticamente obligados a ser socios de la Rural porque así pagan menos por el servicio genealógico para certificar el pedigree, que es un servicio que monopoliza la entidad. Si un cabañero no es socio ese servicio le cuesta el triple.

–¿Desde cuándo hay oposición?

–Con el grupo que ahora formamos la lista Cultivar es Servir comenzamos a trabajar en 2002, y las primeras asambleas fueron muy desagradables y agresivas hacia nosotros. Recuerdo que la primera vez que hablé fui insultado.

–¿Por qué?

–Por ser opositor y plantear críticas al manejo de la institución. En ese momento cuestionábamos duramente el manejo del predio de Palermo. El haber convertido ese lugar en un gigantesco ámbito de lucro se aleja bastante de los objetivos estatutarios, que antes que nada debería ser la acción gremial. Y la acción gremial hoy está muy desatendida, lo que es clave para explicar por qué la Rural es una entidad en decadencia.

–Si tiene pocos socios, por ende es poco representativa, además está en decadencia, ¿para qué la quieren recuperar? ¿Por qué no se afilian a alguna otra entidad del campo?

–Porque la Rural tiene estructura, el manejo de los registros genealógicos, y porque es todo un símbolo y una historia de 150 años. Pero necesita un manejo democrático, intensificar la acción gremial y una apertura para que deje de ser una entidad elitista de cabañeros. Nuestra idea es promover mucha participación de los socios. Para dar una idea de lo que pasa, los directivos no promovieron ninguna reunión para conocer qué piensan los socios sobre el grave problema de la carne.

–El discurso de Luciano Miguens en la inauguración de la muestra en Palermo planteó reclamos sectoriales pero además tuvo un marcado tono opositor al Gobierno. ¿Ustedes en qué se diferencian?

–El objetivo central de la Rural debe ser obtener la mayor cantidad de ventajas o evitar la mayor cantidad de situaciones desfavorables, y eso no se logra con una actitud totalmente opositora si hay un gobierno progresista o totalmente complaciente si hay un gobierno liberal. Se logra con inteligencia en la negociación y adecuándose a la realidad del momento. Siempre hay temas para negociar, otros que requieren plantear firme oposición, y también medidas para apoyar.

–¿Pero qué opina del discurso de Miguens?

–Estoy básicamente de acuerdo con los reclamos, en particular para el sector ganadero. Pero me pareció mal lo que dijo respecto al voto en octubre; no debió enfrentarse al Gobierno. Eso es cruzar lanzas. Diez días atrás había elogiado la actitud dialoguista del ministro (Miguel) Peirano y del secretario Javier De Urquiza.

–¿Por qué cambió?

–Porque está condicionado por la oposición nuestra. Es la primera vez que aparece una lista con tantos avales. Nunca se habían juntado 120 avales. El creyó que había que decir lo que los ganaderos querían escuchar. Y el sector ganadero es claramente opositor, y tiene sus razones porque el Gobierno se ha manejado muy mal. Hay que dividir la situación de los agricultores, que es buena, y la de los ganaderos, que es mala. Y la Rural es claramente representativa de los ganaderos.

–¿Pero entonces Miguens está representando a los socios?

–La acción gremial debe ser realizada de manera inteligente. En este momento generar una ruptura con el Gobierno desde la Sociedad Rural Argentina, es exacerbar la mácula de institución elitista, opositora y oligárquica que muchos le atribuyen.

–¿Cree que es una mácula merecida?

–Por los antecedentes sí. Es lo que queremos cambiar.

–Si la conducción expresa a los ganaderos y a la vez es oligárquica, deduzco que para usted los ganaderos son oligárquicos.

–Para nada. Pensar que los ganaderos son oligarcas es un error, y además es una prueba de la mala comunicación y mala imagen que en parte construyó la conducción de la Rural. Hoy hay más de 200.000 ganaderos y la inmensa mayoría no son oligarcas.

–Los asociados a la Rural, ¿no?

–La gran mayoría no son oligarcas. Hay que diferenciar entre los socios y la mentalidad elitista, cerrada y oligarca de la conducción.

–¿Hay socios que simpatizan con el Gobierno?

–Poquísimos. El Gobierno se ganó la antipatía de los ganaderos con políticas muy equivocadas. Pero también hay culpa de la dirigencia, que no está unida y no tiene posiciones claras. Es notable cómo los industriales están mucho más unidos y consiguen muchas más cosas. El poder de lobby de la UIA es muchísimo mayor al del campo, y eso explica en parte que tengan dólar alto sin retenciones, y hasta un ministro de Economía que les responde.

–Comparte con Miguens el reclamo de eliminar las retenciones. ¿No cree que eso provocaría fuerte alza en el precio interno de la carne?

–Pedimos una liberación de precios concertada que no provoque inflación. Somos conscientes de que hay que aplicar medidas para evitar un salto de precios internos. Los uruguayos encontraron un camino, a través de la diferenciación de los cortes. Tienen cortes a precios populares y cortes a precio libre.

–¿Por qué no se copia acá?

–Porque hay intereses en contra. Por ejemplo el de los carniceros, que se oponen a terminar con la distribución por media res.

–Al margen del tema sectorial, ¿qué opina del Gobierno?

–La política económica ha sido en líneas generales acertada al principio, con el dólar alto, el superávit fiscal, tasas de interés bajas y la acumulación de reservas. Ahora está muy desdibujada por la falta de planes, los problemas de inversión y los casos de corrupción que están empañando dramáticamente la gestión.

–¿La lista que integra tiene chances de ganar?

–Sí. El oficialismo está preocupado, al punto que buscó una argucia legal que no tiene fundamento para impugnarnos.

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